VALENCIA, 1 Feb. (EUROPA PRESS)
El Deportivo de La Coruña se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey, después de empatar a uno en la eliminatoria de la discordia con el Valencia, que se reanudó una semana después de su suspensión por el monedazo que recibió uno de los árbitros asistentes en el encuentro.
El conjunto deportivista marcó en el minuto 24 gracias al lanzamiento de un controvertido penalti, cometido por Albelda sobre Senel, y que convirtió un Víctor que a punto estuvo de irse a Liverpool en el mercado de invierno. Al final el fútbol dictó justicia en una eliminatoria marcada por los comités y los juzgados. El Deportivo se enfrentará al Espanyol la próxima semana en el partido de ida que se jugará en el Lluis Companys, en una semifinal en la que no se sabe todavía cuando se jugará la vuelta.
Quique Sánchez Flores salió al terreno de juego con un diez en el que sólo introdujo la novedad de David Navarro en el centro de la defensa junto a Albiol respecto a como terminó el partido el pasado 25 de enero. El que no participó de inicio fue el argentino Pablo Aimar que se quedó en el banquillo. Por su parte, el Deportivo contó con las novedades en el once de Víctor, Senel y De Guzmán.
El Valencia no notó jugar con un jugador menos, mientras que el Deportivo durante el primer cuarto de hora tuvo una pizca más de dominio, pero lo faltó velocidad en el balón para sacar ventaja de su superioridad. Los de Quique demostraron estar muy bien ordenados en defensa para no pasar apuros.
En el minuto 16 a Angulo le cayó un balón del cielo y no acertó en el disparo que desvió un defensa deportivista. Fue el primer aviso de un Valencia que buscaba petróleo en cada balón que merodeaba por el área de Molina. Villa, muy inquieto desde el inicio, asumió el protagonismo, pero fue el Deportivo el que se adelantó en el marcador a merced de un penalti. Víctor transformó el empate a uno en el minuto 24 tras engañar a Butelle en el lanzamiento. El Deportivo ya no hizo nada más.
El técnico del Valencia reaccionó rápido y quitó del campo a Miguel para dar entrada a Kluivert. El Valencia pasó a jugar con tres defensas porque ahora tenía que anotar dos goles para poder pasar a la siguiente ronda. El holandés tuvo su oportunidad en el minuto 32 pero su tiro se fue alto. El técnico le dio más mordiente a su equipo y retiró a Albelda para meter a Aimar. A Quique no le quedaba otra que jugársela a una carta porque el tiempo corría en su contra.
Caparrós quiso cerrar el partido y metió en la defensa a César, mientras que el delantero Senel se fue a los vestuarios. El entrenador deportivista quiso contrarrestar los movimientos de un Valencia que puso a toda la nómina de delanteros disponibles porque ya jugaba a la desesperada.
Al final el Deportivo jugó con esa desesperación valencianista que apeló más al corazón que a la cabeza. Los de Caparrós acabaron acorralados a pesar de tener superioridad numérica. El árbitro tuvo también tiempo en este segundo acto de expulsar al fisioterapeuta y al preparador físico del Valencia.
