MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
La tranquilidad y el buen ambiente reinan en los alrededores del Estadio Vicente Calderón pasadas las 21.00 horas, a menos de una hora del comienzo de la final de la Copa del Rey que enfrentará al Athletic Club y al FC Barcelona.
Ya desde dentro de las bocas de metro se escuchan los vítores de las dos aficiones, que han convivido sin ningún problema desde que a primera hora de la mañana del viernes llegaran las hinchadas de ambos clubs a la capital.
En la calle, grandes grupos se dirigen al estadio, acompañados por la mirada atenta de una amplia presencia policial. A una hora del inicio del partido, la manifestación de ultraderecha hace más de una hora que finalizó en la Plaza de Chamberí de Madrid.
De momento, y según indicaron varios agentes de la Policía Nacional presentes en el área a Europa Press, no se ha detectado presencia de ultras en la zona provenientes de esta concentración, riesgo que había apuntado algún informe policial.
Estas mismas fuentes confirmaron la disolución de los grupos ultras de la manifestación, cuya persistencia redujeron a pequeños grupos que difícilmente se desplazarán hasta el Calderón, donde hay más de 50.000 personas entre ambas aficiones.
