BARCELONA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, cerró hoy su discurso de apertura de la asamblea de socios compromisarios, que se celebra esta tarde en el Palau Blaugrana, con una declaración en defensa del compromiso de los jugadores del Barcelona con Catalunya, "país al que han llevado a lo más alto del fútbol mundial", para tratar de zanjar la polémica suscitada esta semana sobre el uso del catalán por parte de los jugadores a raíz de la actitud de Samuel Eto'o con una periodista.
Laporta repasó prácticamente todos los temas de interés en su discurso, de unos 40 minutos de duración y tras el que recibió una fuerte ovación, y concluyó con una referencia a la "negativa sin malicia" de Eto'o a responder a una pregunta que le hicieron en catalán, y después también en castellano y que no gustó al jugador porque aludía al fallo del portero del Racing en su gol, y a la polémica que se ha generado sobre el uso del catalán por parte de los jugadores del Barcelona.
En este sentido, quiso salir en defensa de los jugadores. "Que nadie olvide que los jugadores llevan tres años defendiendo el club y el país; que con su comportamiento ejemplar, su lucha diaria, su esfuerzo y talento y sus triunfos han situado al club y, en consecuencia, al país, en lo más alto del fútbol mundial; que llevan la bandera de Catalunya impresa en la camiseta que hoy es la camiseta más admirada del mundo", afirmó.
El presidente barcelonista también se refirió a la estrategia del Barcelona de posicionarse como "más que un club en el mundo" mediante el acuerdo alcanzado con Unicef, por el que ha incorporado el emblema de la agencia de Naciones Unidas para la infancia en la camiseta del primer equipo de fútbol, y también a la catalanidad del club. "Querer ser más que un club en el mundo no debilitará nada nuestra determinación de afirmarnos como catalanes", dijo.
"Somos la institución deportiva más representativa de Catalunya. Defender el Barcelona es una manera más de defender los derechos y libertades de Catalunya. Es una forma noble y excelente para proyectarnos como catalanes en el mundo y lo haremos", expuso Laporta, muy aplaudido tras esta intervención y también en el momento en que defendió la bonanza del acuerdo con Unicef y quiso manifestar que el Barcelona "no es una ONG ni pretende serlo".
ACUERDO CON UNICEF Y RESULTADOS ECONOMICOS.
El acuerdo con Unicef centró parte del discurso y fue ensalzado por Laporta, que destacó la buena acogida que ha tenido a nivel nacional e internacional y también el prestigio que supone para el club aliarse con una entidad benéfica de la dimensión de Unicef. Laporta manifestó que "el valor de la camiseta y el prestigio del Barça han aumentado de una manera incalculable" y se mostró convencido del acierto de la decisión frente a la posibilidad de haber incorporado un patrocinador comercial.
Laporta también repasó el balance deportivo y comenzó su intervención expresando su satisfacción y orgullo por los éxitos del equipo de fútbol, campeón este año de la Liga de Campeones y de su segunda Liga consecutiva, y por la que considera ha sido para el Barcelona "una temporada extraordinaria en todos los sentidos, deportivo, económico y social", y afirmó que ahora la directiva se ha marcado "el reto de la continuidad del éxito, que es el más difícil".
En el apartado económico, celebró el cierre de las cuentas del pasado ejercicio con un superávit de 16,8 millones de euros, después de haber logrado unos ingresos de 259 millones, 51 más que en el curso anterior, que sitúan al Barcelona "entre los clubes más poderosos del mundo, ya que hemos pasado del número 13 del ránking en el año 2003 al tercer lugar". Los resultados, explicó, "no son fruto de la casualidad, sino de la estructura económica que hemos implantado".
Después, el vicepresidente económico del Barcelona, Ferran Soriano, que recibido con una gran ovación de los socios compromisarios y el resto de miembros de la directiva como muestra de apoyo tras sufrir esta semana el fallecimiento de su esposa, presentó ante los socios el informe económico de la temporada y destacó que por tercer año consecutivo el Barcelona logra beneficios y que también ha conseguido reducir la deuda bancaria de 68 a 36 millones.
CRECIMIENTO SOCIAL Y PROYECTO DE AMPLIAR EL CAMP NOU.
Joan Laporta, por otra parte, se congratuló por el crecimiento de la masa social del Barcelona, que ha superado la cifra de 151.000 socios, y expresó su voluntad de "seguir mejorando, sin caer en la vanidad". También explicó a los socios su idea de aumentar la capacidad y modernizar las instalaciones del Camp Nou y de construir un nuevo pabellón en lugar del Palau Blaugrana, así como de llevar a cabo la remodelación del entorno del Camp Nou de acuerdo con los vecinos del barrio de Les Corts.
Por último, defendió la actuación de la directiva respecto a las pasadas elecciones, que tuvo que convocar este año obligado por una sentencia judicial, pese a su intención de haber celebrado los comicios en la primavera de 2007, como había recomendado la Secretaría General del Deporte de la Generalitat. "Queríamos cumplir los estatutos del club y la interpretación del organismo competente, ero no ha sido posible", añadió.
Así, se refirió al proceso judicial iniciado por un socio que, según dijo, actuó "instigado por dos abogados, como confesó en una entrevista". Laporta, además, también cuestionó la actuación en este caso del Tribunal Catalán del Deporte, ante el que también se presentaron dos denuncias por el mismo asunto, ya que, según dijo, "modificó su propio criterio" al señalar en la segunda demanda que las elecciones debían celebrarse este año, como después ordenó el juez.
También salió al paso Laporta de las críticas de los aspirantes a la presidencia por las fechas del proceso electoral, que contemplaba la votación el 3 de septiembre. "Se ve que les teníamos que organizar unas elecciones a medida", dijo, para después asegurar que la directiva no eligió la fecha, pero que, "aunque agosto no es el mejor mes para un proceso electoral", es también "un mes importante para planificar la temporada y el club no podía permitirse el lujo de estar tres meses en situación provisional".
