PARIS, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, anunció hoy en París, tras la firma de un acuerdo de colaboración entre el club catalán y la UNESCO, que recuperará la vicepresidencia deportiva que dejó vacante Sandro Rosell, en una medida destinada a ejercer un mayor control sobre el vestuario a raíz de los problemas internos que esta semana ha destapado el jugador brasileño José Edmílson.
Laporta anunció "una reestructuración de las responsabilidades" de algunos miembros de la junta, que será tratada el lunes, y avanzó que una de las novedades será el nombramiento de un vicepresidente deportivo, cargo que ocupó Sandro Rosell los dos primeros años de mandato de Laporta, hasta que dimitió en junio de 2005 por sus desavenencias con el presidente junto a otros tres directivos.
El Barça cuenta actualmente con cuatro vicepresidentes: Albert Vicens, vicepresidente primero y responsable de las relaciones institucionales; Ferran Soriano, responsable del área económica; Marc Ingla, responsable del área de márketing y media; y Alfons Godall, vicepresidente que se ocupa del área social y que durante los primeros meses del mandato de Laporta fue vocal del área económica.
Durante su encuentro con los medios en París, el presidente del Barça no quiso opinar sobre las declaraciones de Edmílson, en que el veterano jugador denunció que hay "ovejas negras" en el vestuario y reclamó más implicación a algunos de sus compañeros que considera han dejado en ocasiones el fútbol en un segundo plano para atender compromisos publicitario u otras cuestiones de interés personal.
"Como decía un gran presidente de la Generalitat, hoy no toca", dijo Laporta, parafraseando a Jordi Pujol, en su respuesta a una pregunta sobre las declaraciones de Edmílson. "Hoy lo que tenemos es un acuerdo muy importante del club para tratar de valores", añadió, en alusión a los valores del deporte que promoverán el Barcelona y la UNESCO de manera conjunta a través del acuerdo que han alcanzado.
El Barcelona, a través de su fundación, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), han suscrito un acuerdo para fomentar estos valores mediante acciones de educación y sensibilización contra el dopaje y para la lucha contra el racismo y la violencia, y para promover la educación y la alfabetización de los sectores más desfavorecidos de la infancia.
