MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid afronta el domingo su segunda oportunidad de conquistar el título de Liga, la primera en la que depende sólo de sí mismo, aunque para ello deberá ganar en El Sadar, un estadio de los que suele ser más hostiles para los blancos.
Los de Schuster podrían saltar al césped siendo ya campeones su el Villarreal falla, pero si los de Castellón ganan tendrán que ganar para ser campeones, un resultado que han sumado en sus dos últimas visitas.
La campaña pasada se impusieron por la mínima con un gol de Baptista, mientras que hace dos vencieron por 1-2, con tantos de Iván Helguera y Michael Owen después de que hubiera marcado Webo. En las dos temporadas precedentes el resultado fue de derrota, las únicas que han sumado desde que cayeran en 1988.
Así, en los últimos 20 años, en sus 12 visitas sólo perdió en dos encuentros (3-1 y 1-0 en las campañas 2001/02 y 2003/04) y el global de resultados también favorece a los blancos, pese a que sea considerado un habitual escenario hostil.
El Real Madrid ha ganado 11 partidos y perdido nueve, sumando ocho empates. Además, los blancos suman 40 tantos en el coliseo de Pamplona por 34 de los locales, que esta campaña en el Bernabéu perdieron por 2-0 en el partido en el que los de Schuster se aseguraron el título de invierno.
