MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El seleccionador brasileño de fútbol sala, Marquinhos Xavier, ha manifestado su admiración por España, a la que se enfrentará este martes en un segundo amistoso, y por la manera en la que se "mantiene organizada siempre", y ha afirmado que si cualquiera de las dos selecciones llega a la final del Mundial de Lituania 2020 tendrán que ser "campeones", algo que es "una obligación" de la que no pueden "huir".
"Lo que está intentando aprender Brasil del fútbol sala español es que se mantiene organizado siempre. Veo muchos deportistas brasileños que cuando salen de Brasil y regresan dicen que lo que más marcó en su individualidad fue la disciplina táctica. Estamos (en Brasil) criados y educados deportivamente muy libres, pero muchas veces mezclamos la libertad con la anarquía. Lo que más destaca es lo de aprender a mantenerse organizado; eso es lo que pasa en la cultural del deporte español y lo que intentamos hacer", señaló en la rueda de prensa al partido celebrada en el WiZink Center de Madrid.
Además, no ocultó su "admiración" por el capitán español Carlos Ortiz, al que invita a 'fichar' por Brasil. "Para el que quiera, tiene las puertas abiertas. Tengo una admiración muy grande por el capitán Ortiz, por su liderazgo, por la forma con la que pelea con los resultados y las adversidades. Es un gran ejemplo y un deportista que tendría espacio en nuestra selección", afirmó.
Con respecto a la gran cita mundialista del próximo año, Marquinhos explicó que el objetivo principal es "continuar creciendo". "Brasil y España van a entrar en el Mundial teniendo que llegar a la final, y las dos, si llegan, tendrán que ser campeonas; no podemos huir, es una obligación que tenemos. Lo que va a hacer que el fútbol sala sea más grande será la imprevisibilidad, no saber quién puede vencer el próximo Mundial", manifestó.
Por otra parte, sobre el primer enfrentamiento hispano-brasileño de este domingo en Cáceres (2-2), aseguró que los dos equipos mostraron su "cultura de juego" y que "buscan siempre lo mejor". "Tanto para mí como para Fede las conclusiones más frescas y más precisas son las mejores. Ayer Brasil y España se dieron una a la otra grandes informaciones del momento, de lo que está pasando. Llevamos poco tiempo y cada uno quiere tiempo para transmitir su filosofía y su identidad. Mañana, Brasil y España conocerán mucho más de historia del otro equipo que hace una semana", subrayó.
"No estoy muy satisfecho del resultado, pero estamos aquí con un objetivo muy claro: medir nuestro nivel de preparación. Hicimos eso con Portugal y ahora tenemos otra oportunidad con España. Independientemente de lo que suceda, tenemos una evaluación segura de que estamos consiguiendo transmitir a los deportistas algo que es mucho más especial, que es la pasión; ellos lo están entendiendo perfectamente", continuó.
A pesar de todo, las sensaciones fueron "positivas". "El empate da una connotación de igualdad. Sufres dos goles de un equipo competente y no puedes salir a buscar el resultado de forma desorganizada porque puedes sufrir una goleada. Puede ser que en un momento del partido el entrenador piense en remontar pero también en mantener la imagen de un equipo que sabe buscar con organización, y fue lo que hicimos", indicó.
"Para mí y la selección brasileña lo que queda es eso, la imagen de que podemos enfrentarnos a equipos como España, Portugal o Rusia, equipos tradicionales del fútbol sala mundial, y saber sufrir va a ser parte de la preparación. No creemos que nuestro continente mande como en tiempos pasados, hoy nos dividimos con muchas selecciones el protagonismo. Podemos sufrir, podemos pasar por adversidades, pero competimos, tenemos la organización para buscar cualquier resultado", concluyó.
