BARCELONA, 9 May. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del FC Barcelona, Frank Rijkaard, dirigió hoy su primer entrenamiento, a puerta cerrada en el Miniestadi, después de que la directiva anunciase ayer que será relevado del cargo por Pep Guardiola, actual técnico del equipo filial del club, a finales de esta temporada, y pidió a la plantilla que acabe el campeonato "dignamente", según reveló el centrocampista Xavi Hernández, uno de los capitanes de la plantilla barcelonista.
Rijkaard retomó la actividad con normalidad y se mostró "muy sereno" en su reencuentro con los jugadores después de que el presidente del Barça, Joan Laporta, anunciase ayer la marcha del técnico holandés cuando concluya la temporada. "Es un hombre tranquilo y nos ha dicho que hay que seguir en estos dos partidos y hay que acabar la temporada dignamente", explicó Xavi en una rueda de prensa posterior.
En el entrenamiento, sin embargo, no participaron varios jugadores que arrastran problemas físicos. Fue la segunda de las tres sesiones a puerta cerrada de la plantilla del Barça antes de recibir el domingo al Mallorca, de acuerdo con lo previsto antes de la derrota (4-1) ante el Real Madrid, y en la misma, celebrada en el Miniestadi bajo la lluvia, estuvieron 15 jugadores y el cuerpo técnico al completo.
El centrocampista Anderson Luis de Souza, Deco, se ausentó por una indisposición, mientras que el defensa Rafa Márquez y el centrocampista Eidur Gudjohnsen recibieron tratamiento en el Camp Nou. El delantero Bojan Krkic, por su parte, tiene una sobrecarga en los isquiotibiales y realizó carreras en el campo de La Masia, y tampoco se ejercitaron los lesionados Ronaldinho de Assis, Sylvinho Mendes, Albert Jorquera, Gaby Milito y Andrés Iniesta.
Otros dos jugadores, los defensas Lilian Thuram y Gianluca Zambrotta, participaron en el entrenamiento, pero se ejercitaron al margen del grupo y se dedicaron a realizar carreras junto a un recuperador del equipo. El Barcelona realizará mañana el último entrenamiento antes del partido contra el Mallorca, en el que se reencontrará con sus aficionados tras la derrota en Madrid y que supondrá la despedida de Rijkaard del público del Camp Nou.
