CASTELLON, 10 Sep. (EUROPA PRESS/RAMÓN CHAMORRO) -
ElPozo Murcia Turística se proclamó campeón de la Supercopa de España, título que abre la temporada 2006-2007 del fútbol sala español, tras derrotar por 3-2 al Autos Lobelle de Santiago, en un encuentro donde el campeón de Liga se puso muy pronto en ventaja, controló casi siempre el choque y lo tuvo que decidir sorprendentemente en el último aliento.
Y es que el campeón de Copa no se rindió. Se sobrepuso a las adversidades, empató un resultado contrario de 2-0, algo de mucho valor si es el equipo de Duda el que manda, pero al final, con apenas 20 segundos por jugar, Cobeta apareció en el segundo palo para frustrar el sueño de los de José María Pazos 'Pulpis'.
El conjunto gallego se encontró con muchos obstáculos en contra, más de los que ya tenía antes del encuentro por las bajas y el cansancio. Decidió ir a por su rival y le tuvo que ceder la delantera en el marcador producto de dos tempraneros tantos. Mauricio y Vinicius amagaban después de seis minutos de hacer correr la misma suerte al Lobelle que al Polaris World Cartagena en las semifinales.
El choque entró en ese momento en el ritmo que manejan los de Duda. El equipo de 'Pulpis' quiso pero no pudo. Su plantilla, aunque compensada, es más corta que la del campeón de Liga, que por encima de individualidades, que las tiene, cuenta con nueve jugadores de campo que le permiten jugar siempre con la misma intensidad.
Por eso, en el tramo final de los primeros veinte minutos se hizo con el control y durmió la final. Molina sólo tuvo temores en alguna inquietud, mientras veía que sus compañeros se estrellaban una y otra vez pese a sus múltiples intentos. Su mayor y mejor argumento ofensivo del campeón de Copa fue buscar a Betao. El pívot tenía una dura pugna con Kike y veía como el resto de acompañantes se cerraba sobre él en cuanto recibía impidiéndole poner balones a las entradas de sus compañeros.
LOBELLE TOMA EL MANDO ABSOLUTO
Sin embargo, el Lobelle de Santiago siguió intentándolo. ElPozo le 'cedió' el dominio en la segunda parte y su insistencia le permitió encontrar el premio deseado. Gol de Chilavert tras una buena dejada de Serpa y la final nuevamente sin un claro ganador a falta de casi quince minutos.
Los de Duda no se inmutaron con el tanto rival y continuaron con la misma idea, 'ayudado' por el hecho de tener cuatro faltas; mientras que el equipo santiagués se encontraba con un nuevo problema puesto que Alemao, 'tocado' tras un lance en la primera parte con Wilde, probaba sin fortuna el poder continuar ayudando a los suyos y ya sólo regresaría para jugar de portero-jugador.
Con este panorama se entró en los últimos cinco minutos. Vinicius podía haber ampliado la ventaja y Caio había evitado que Betao empatase. 'Pulpis' se la jugó con el portero-jugador y Miguel logró empatar. Cuando el Lobelle saboreaba alargar la final, Cobeta, en el sitio adecuada, encontró un balón perdido en el segundo palo y dio su segunda Supercopa, tras la de 1996, al conjunto murciano.
