BERLIN, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
La selección de Italia se impuso a la de Francia en la tanda de penaltis, en la que falló Trezeguet para los galos, y conquistó su cuarto cetro mundial, 24 años después del logrado en el estadio Santiago Bernabéu.
Ambas selecciones llegaron a la prórroga después de finalizar el tiempo reglamentario con empate (1-1), aunque Francia dejó mejores retazos de fútbol e Italia renunció al balón durante la última hora para refugiarse en torno a Buffon y recurrir a su viejo estilo.
Zidane había adelantado al conjunto 'bleu' a los cinco minutos transformando una pena máxima al estilo de Panenka y con incertidumbre incluida porque el balón describió una parábola y golpeó en el larguero antes de batir al guardameta italiano.
Pero sólo cinco después, Materazzi, sustituto del lesionado Nesta, igualó la final cabeceando un saque de esquina lanzado por Pirlo. Desde entonces, la tricolor ofreció mayores intenciones ofensivas, pero Italia soportó las cargas francesas y confió su suerte a los penaltis, pese a jugar con un jugador más los cinco minutos finales tras la expulsión de Zidane por agresión sobre Materazzi.
