GELSENKIRCHEN (ALEMANIA), 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
El sueco Sven-Goran Eriksson no pudo conquistar el sueño de llevar a Inglaterra de nuevo al título campeón del Mundo como en 1966 y se despidió de los 'pross' tras cinco años y medio en el banquillo y con una gran tristeza tras la eliminación.
"Los jugadores lucharon enormemente y más estando 10 contra 11. Duele increíblemente", reconoció el entrenador sueco, que no dudó en dar la "enhorabuena a Portugal", pese a recalcar que su chicos "merecieron algo mejor".
"Estaba seguro de que estos jugadores podían llevarnos a la final, lo siento mucho por ellos y por la afición, se lo merecían", recalcó el seleccionador.
Respecto al partido, valoró que su equipo empezó la segunda parte "fuerte y controlando el partido". "Llevamos muy bien el partido, luego llegaron los problemas, y lo siento mucho por los penaltis, sobre todo porque los ensayamos mucho. No sé que más se podría haber hecho",k
