Holanda alcanza los octavos tras imponerse a una notable Costa de Marfil

Actualizado: viernes, 16 junio 2006 22:25


STUTTGART (ALEMANIA), 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

Holanda, en la línea iniciada previamente por Argentina, resolvió de un plumazo el denominado 'grupo de la muerte' confirmando su presencia en los octavos de final y la despedida de Costa de Marfil (2-1), una selección nutrida de grandes jugadores que pecó de cierta inocencia defensiva, y por extensión de Serbia y Montenegro.

El combinado africano, cuyos mimbres crecen en su mayoría en Europa, apuntó de nuevo sus buenas maneras, como ya hizo ante Argentina, pero cedió igualmente bajo el mismo formato. Dos goles en contra prácticamente consecutivos y luego un esfuerzo extra para enjugar la diferencia pero sin recompensa, que le deja fuera de su primer Mundial.

Costa de Marfil se volcó en el segundo acto porque al descanso estaba fuera de la competición, pero sus intentos fueron vanos, ni siquiera con el poderoso Drogba en la punta del ataque. Holanda en cambio se conformó con el resultado, replegó velas para defender un resultado muy valioso que le daba una clasificación plácida y ponía la mente en su duelo ante Argentina por la primera plaza del grupo.

En cinco minutos frenéticos, Holanda había puesto distancia en el marcador con dos genialidades de sus dos extremos, Van Persie y Robben, en el arquetipo del fútbol holandés. El primer turno para el del Arsenal, con una internada desde el flanco derecho que terminó en falta en la frontal. Van Persie asumió el protagonismo y derribó de un plumazo las aspiraciones de Costa de Marfil. Un disparo fabuloso que rompía las buenas intenciones del equipo africano.

Además sólo cuatro minutos después, Robben, el héroe ante Serbia y Montenegro, arrancó desde su campo con una velocidad inusitada, delante de Eboue, una de las sensaciones europeas de la temporada en el Arsenal, descolocó a toda la zaga costamarfileña y asistió a Van Nistelrooy para que el delantero del Manchester profundizase en la herida.

Holanda había perfilado su triunfo y volvía al redil para amasar el esférico, pero Costa de Marfil no estaba dispuesta a preparar su adiós y mantuvo sus constantes vitales. Una mejoría que se acrecentó con el tercer golazo de la tarde, una jugada personal de Bakary Kone que buscó hueco para lanzar su proyectil y doblegar la resistencia de Van der Sar.

En el segundo acto, Costa de Marfil realizó un notable ejercicio futbolístico, pero insuficiente ante una acomodada Holanda, que ha resuelto su clasificación con aciertos puntuales que mantienen las dudas sobre la verdadera dimensión de su juego.