MIAMI (ESTADOS UNIDOS), 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Indianápolis Colts y Chicago Bears dirimirán mañana en Miami el ganador de la XLI edición de la Superbowl, en una gran final del fútbol americano en la que las apuestas sitúan como grandes favoritos a los primeros, liderados por la figura del 'quarterback' Peyton Manning.
El pasador, considerado uno de los mejores de la NFL, ha llevado a su equipo a optar por primera vez al campeonato, mientras que sus rivales alcanzan el último partido después de 21 años, aunque en aquella ocasión se hicieron con el título.
Los Colts, campeones de la Conferencia Americana, llegan a Florida tras dejar fuera (38-34) a su 'bestia negra', Nueva Inglaterra Patriots, que les había eliminado en 2004 y 2005 en los 'play-offs', y los Bears, campeones de la Nacional, se deshicieron de Nueva Orleans Saints por 38-14.
Además, la cita de mañana será también histórica a nivel de los técnicos presentes en ella. Tanto Tony Dungy (Colts) como Lovie Smith (Bears) son de raza negra, algo inédito hasta ahora en el palmarés de la Superbowl.
Las apuestas dan como favoritos a los de Indianápolis, sobre todo por Peyton Manning, reforzado en su moral por superar en la final de conferencia a Tom Brady, pero Chicago querrá demostrar que es latercera mejor defensa de la Liga (primera de su conferencia) y que puede frenar a su genial 'quarterback' y sus precisos pases.
Manning parece más consolidado que su rival en la posición, Rex Grossman, un jugador que no acaba de afianzarse, pero, en cambio, tiene buenos compañeros ofensivos como Thomas Jones y los receptores Bernard Berrian y Muhsin Muhammad, además de un bloque defensivo donde destacan el 'linebacker' Brian Urlacher y, curiosamente, otro Manning, Ricky.
Sin embargo, los Colts poseen un ataque de los mejores de la NFL, con la presencia de Dallas Clark, Marvin Harrison, Reggie Wayne o Joseph Addai, que compensan cierta flojera en las facetas defensivas,algo a tener en cuenta ya que los Bears ya dieron cuenta de los Saints, el mejor ataque del campeonato.
Por ello, la siempre espectacular, por todo lo que la rodea, y seguida (232 televisiones la retransmiten) gran final del fútbol americano estará sin un favorito claro hasta que se dé la primera patada y cuando ambos equipos demuestren si es mejor poseer un buen ataque o si la defensa es esencial en este tipo de encuentros.
