MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El nadador español Toni Ponce se mostró feliz por haber conseguido ya su billete para estar en los Juegos Paralímpicos de Tokio del año que viene tras lograr el récord del mundo en los 100 metros braza en la clase SB5, una marca que demuestra que está "muy fuerte" y que es "el camino" para poder brillar en la cita de la capital japonesa.
"Ese es el camino para Tokio. Estamos muy fuertes, y estar así después de los meses de confinamiento sin entrenar como nos gustaría es para estar muy contentos. Tenemos que seguir por ahí y ver qué pasará", expresó Ponce en el programa 'Objetivo Tokio' de Teledeporte.
El catalán valoró el trabajo que está realizando con Jaume Marcé, responsable del grupo de entrenamiento de natación paralímpica en el CAR de Sant Cugat y en el que están también Nuria Marqués, Óscar Salguero, Jacobo Garrido o Marian Polo. "Somos uno de los grupos más potentes de la selección. Todos estamos entrenando muy bien y todos tenemos grandes opciones de ir a los Juegos Paralímpicos", celebró.
De todos modos, confesó que cuando llegó el confinamiento de marzo por el coronavirus sufrió bastante. "Estaba psicológicamente bastante tocado, primero pensando que eran quince días y luego se vio que no. Después la mala noticia de que se quitan los Juegos", afirmó sobre una dura etapa que, con la ayuda de su mujer, logró superar y darse cuenta de que "no había otra opción que parar".
Ahora, Ponce se concentrará en noviembre 21 días en Sierra Nevada. "Esperemos que a final de año, en diciembre, podamos competir en dos campeonatos importantes, uno de ellos el Campeonato de España", remarcó el nadador español con discapacidad físicamente, que admitió que estas concentraciones son "duras". "Básicamente entrenas y descansas, para volver a entrenar", advirtió, reconociendo lo "bastante complicado" que le resulta alejarse tanto tiempo de su mujer y que la exigencia hace que en ocasiones haya algún "rifirrafe" con un compañero de entrenamiento, que no va más allá en ningún caso.
