"Le he dado un consejo: 'Antes de cada entreno, visualiza que lo vas a hacer bien"
MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Blanca Fernández-Ochoa, la única esquiadora española que ha logrado una medalla en unos Juegos Olímpicos de invierno (bronce, en Albertville'92), expresó hoy su deseo porque María José Rienda se cuelgue mañana (a partir de las 9:30 horas) el oro en el slalon gigante de los Juegos de Turín'06.
"María José parte como favorita. La parte buena es que acaba de ganar dos pruebas de la Copa del Mundo, y la mala es que sus grandes rivales ya tienen medalla. Eso te hace correr con menos presión mediática. Esa es la cruz de María José. Técnica y físicamente sabemos que está bien. Ahora falta que sepa aguantar esa presión y esos nervios", comentó Blanca Fernández-Ochoa en declaraciones a Europa Press.
Fernández-Ochoa juzga que Rienda ha hecho lo correcto al recluirse al margen del equipo nacional para preparar el gigante de mañana en los que, a priori, serán sus últimos Juegos. "Eso es lo que tenía que hacer. Ella sabe que es la gran expectación de los Juegos. Las lástima es que Jordi (Font) no ganase la medalla porque se hubiera repartido esa presión. Ahora todo se centra en María José", indicó.
De hecho, la ex esquiadora madrileña recordó que en Albertville'92 ella misma estuvo "un poco apartada". "Entre manga y manga sí estuve apartada de todo el mundo, me fui a esquiar a mi aire, fui con mis entrenadores a calentar un poco y me marché a un restaurante donde nadie me podía encontrar. Eso te hace olvidar que eres el foco de atención", evocó.
Blanca confesó que charla semanalmente con Rienda y que se la "permitido" darle algún consejo. "Le he dicho: 'Haz tu carrera y olvídate de que son unos Juegos'. Es la carrera de su vida. Con treinta años, son sus cuartos Juegos y supongo que serían los últimos", subrayó.
"PARTE DE LA MEDALLA SE LA DEBO AL PSICOLOGO"
Rienda está trabajando con un psicólogo desde hace tres años. Blanca lo hizo un mes antes de los Juegos porque, a medida que se acercaba Albertville, "veía que estaba preparada físicamente, pero no mentalmente". "Los fantasmas de Calgary me pesaban en las piernas. La Federación puso a mi disposición un psicólogo. Lo que me vino muy bien fue la técnica de visualización", aseguró.
Para la menor de la saga Fernández-Ochoa, el mejor consejo que ha podido brindarle a la esquiadora granadina es, precisamente, esa técnica. "Le dije que en cada entreno, 'cuando te pongas en la primera bajada del día, visualiza que estás en la carrera. Imagina los gritos, las banderas, las campanadas, la tensión y visualiza que lo vas a hacer bien'. No sé si lo habrá hecho. A mí me vino bien y parte de la medalla se la debo a ese psicólogo", admitió.
En slalon de Albertville'92, Blanca podía ver la meta desde la salida. "Podía oír a mis hermanos chillando y animando, la megafonía 'from Spain' ... Yo estaba cagada. La ventaja para María José es que sólo oirá a su entrenador. En la carrera se oyen cosas, pero estás tan centrada en los puntos clave y cambios de pendiente que oyes lo justo", dijo.
Para Blanca, la clave estará en "cometer los menos errores posibles". "Te pasa todo como una película: ahora viene esta chicana, ahora el muro, ahora me tengo que abrir ... aunque de fondo tengas el gentío", añadió.
A Blanca no le importa que Rienda le 'destrone' como la última medallista española en unos Juegos 'blancos'. "Somos dos generaciones muy distintas. Rienda es adorable, supongo que fui su referente, me trata con cariño y admiración. Sé lo que es entrenar sola y lo difícil que es practicar este deporte en un país que no es alpino. Y ya está bien, ¡que ya son catorce años¡ Nadie me va a quitar que haya sido la primera medallista olímpica. Ojalá Rienda no gane el bronce o la plata, que gane el oro", deseó.
Por otro lado, no ocultó su deseo porque España, a través de la candidatura de Jaca 2014, organice unos Juegos Olímpicos de invierno. "No es complicado, es cuestión de hacer una buena labor. Sería divino para España, fíjate lo que supuso Barcelona'92 para el deporte español", señaló.
