ROMA, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El español Rafael Nadal prolongó su estado de gracia en el Masters Series de Roma, cuarto de la temporada, y accedió a semifinales después de derrotar en dos mangas al chileno Fernando González, en su victoria consecutiva número 51, a sólo dos del récord de Guillermo Vilas (53).
Nadal, que espera ahora al vencedor del duelo entre el francés Gael Monfils y el estadounidense Andy Roddick, volvió a demostrar que su tenis es inalcanzable para cualquier jugador, incluido otro 'terrícola' como González, décimo favorito.
El manacorí, fiel a su estilo, empezó rompiendo el servicio de González en el primer juego del partido. Nadal marcó su territorio y empezó como casi siempre con ventaja de dos juegos. El recorrido del encuentro era similar a todos los que ha jugado Nadal en el Foro Itálico con la salvedad de que el chileno se permitió el lujo de romperle el servicio al español en el octavo juego para igualar a cuatro.
Eran los mejores momentos de González, pero ni siquiera entonces redujo a Nadal, que le devolvió la afrenta en el siguiente juego para servir y finiquitar la primera manga por 6-4, como herido en su orgullo.
Nadal repitió guión en el inicio del segundo set, rompiendo el saque de González y situarse de nuevo con 2-0 en el marcador. Desde entonces el chileno endureció su tenis y el balear tuvo que esforzarse más de lo habitual en este Foro Itálico.
Un nuevo 'break' en el quinto juego clarificó la situación y en anécdota quedó cuando Nadal perdió el suyo cuando sacaba para cerrar el partido porque, a imagen y semejanza del primer set, se apuntó el triunfo al resto de González y ya está en semifinales.
ALMAGRO NO PUDO CON FEDERER
Además, el suizo Roger Federer cerró las puertas de las semifinales al murciano Nicolás Almagro, al que derrotó por 6-3, 6-7 (2) y 7-5 en dos horas y 33 minutos.
El suizo repitió la victoria que ya había conseguido en el único precedente ante el murciano, el año pasado en Roland Garros, aunque con tintes muy diferentes. En París se deshizo con facilidad en tres mangas del que hoy fue un rival de entidad y que apostó con fuerza por la victoria.
El encuentro no hizo sino confirmar lo visto en las semanas anteriores. La mejora sobre tierra batida de Roger Federer, que le permite responder en igualdad de condiciones ante los 'terrícolas', y que en Almagro se encuentra una figura en ciernes que ya comienza a ser una realidad.
El español tan sólo había perdido un partido en los tres últimos torneos disputados, lo hizo en las semifinales del Godó en Barcelona, y hoy volvió a mostrar su mejor imagen. Sin embargo, el inicio de encuentro enseñó a un Federer que parecía encarrilar su victoria por la vía rápida.
El número uno del mundo se hacía con los tres primeros juegos del partido ante un Almagro que era presa de los nervios y que no ofreció los primeros avisos de su tenis hasta que el marcador señaló el 4-1.
Entonces recortó hasta el 4-3, pero aflojó nuevamente en el tramo final de esa primera manga.
Parecía que el partido lo tenía controlado Federer. Sobre todo cuando mostró su efectividad al conseguir el 'break' en el séptimo juego del segundo set, una faceta en donde, por contra, el español no acertaba a aprovechar ninguna de las oportunidades que se le presentaba.
El suizo sacó con 5-4 para cerrar el partido, incluso contó con una bola para ello, pero la desperdició con una doble falta. Eso pareció despertar definitivamente a Almagro. Comenzó a verse al jugador murciano de las últimas semanas e igualaba el choque al hacerse con el 'tie-break'.
Buscó Almagro con valentía la oportunidad, en forma de victoria ante Federer, que le presentase en sociedad a nivel internacional, pero no la encontró, porque en la tercera manga se encontró ante un rival extremadamente seguro con su servicio, tan sólo cedió cinco puntos, y agresivo en el resto.
Después de no aprovechar sendas oportunidades de 'break' en el sexto y octavo juego o tres mas en el duodécimo, Federer aprovechó su quinta bola de partido para sellar su pase a semifinales donde se encontrará con David Nalbandián, la repetición de la final del último Masters.
