PARÍS, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
El tenista argentino David Nalbandián se impuso al suizo Roger Federer por 6-4 y 7-6 (3) en el Masters Series de París, y se clasificó para los cuartos de final del torneo francés tras un sensacional encuentro, que convierte al sudamericano en la 'bestia negra' del número uno del mundo al conseguir vencerle dos veces en tan sólo 11 días.
Nalbandián, que ahora se medirá al español David Ferrer en los cuartos de final, empezó con confianza y prueba de ello fue la rotura del saque del suizo en el tercer juego del partido. En todo el torneo parisino, Federer no había cedido en su saque y hoy el sudamericano le volvió a tomar la medida, como hizo en Madrid, antes de que el partido cogiera forma.
Con este 'break' a su favor, Nalbandián se desprendió de todas las tensiones y brindó un tenis sobresaliente. Si a esto se añade el juego siempre elegante del mejor jugador del mundo, da como resultado un encuentro exquisito para el espectador, que pudo disfrutar con puntos largos y con la fortaleza de los dos últimos finalistas del torneo de la capital de España.
Después de que Federer perdiera su servicio, el argentino se olvidó de que enfrente tenía al número uno y doblegó a su adversario en la mayoría de las facetas de su tenis. Con 4-2 a su favor, una derecha de ataque subió el quinto juego al electrónico y dejó todo listo para apuntarse la primera manga.
No osbtante, el sudamericano dejó a Federer que maquillara el tanteo, pero acabó por llevárselo por 6-4. Acto seguido, en el segundo set, Federer comenzó con la mejor de las intenciones, y con la rabia, que poco le caracteriza, pero que todo campeón lleva dentro.
Sin embargo, no pudo concretarla porque Nalbandián se encuentra en un momento de forma increíble. Todo siguió su cauce normal hasta que con el 4-4, el argentino se sacó un 'break' de la chistera dejando el marcador de Federer en blanco.
El número uno del mundo intentó acortar las distancias para hacer daño a su oponente, pero los recursos, sobre todo el revés liftado del albiceleste, terminaron por desesperar al suizo, que incluso pidió el ojo de halcón en alguna bola bastante clara.
Así, y cuando todo pareció listo para que llegase el final del partido y de la participación de Federer en París, ciudad a la que no termina de cogerle el punto, Nalbandián se relajó y permitió que el helvético llevar la segunda manga al 'tie-break', donde Nalbandián se mostró intratable y posibilitó hoy, otra vez, una victoria magnífica.
