MAR DEL PLATA (ARGENTINA), 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las posibilidades de España ayer, tras ceder los cuatro primeros sets de la final de la Copa Davis, eran pocas o escasas, y pocos creían que los de Sánchez Vicario iban a plantar cara a la poderosa Argentina sin Rafa Nadal tras una resurrección casi milagrosa en la que un soberbio Feliciano López ha tenido buena parte de culpa.
Así es, 24 horas después, la expedición española respira confiada tras sustituir, a base de casta y un grandísimo 'Feli', lo que eran cuatro sets a nada por cinco sets a seis, con 1-2 en favor de España en la finalísima.
España no se dejó amilanar por un ambiente hostil y hoy camina con paso firme hacia su tercera Copa Davis, quizá la más emotiva y trabajada al jugar fuera de casa y sin el número uno Rafa Nadal.
Feliciano López se ha convertido en ese gran líder en ausencia del manacorí, con un físico y una zurda imponentes, que le han convertido en el más idóneo para competir con David Nalbandián, auténtico número uno albiceste por liderazgo, en el quinto partido de la final, si hubiera que llegar a esas instancias.
Para el cuarto encuentro, todo son incógnitas. No se sabe si Juan Martín del Potro podrá recuperarse de sus dolencias musculares, unidas a su uñero, ni se conoce si en caso de su baja, cual será el elegido entre Agustín Calleri y José Acasuso.
En España, Sánchez Vicario podría cambiar a David Ferrer por Fernando Verdasco, después de que el tenista madrileño mostrara hoy un buen punto de forma.
La única conclusión clara que se pueden sacar de estas dos primeras jornadas es que España ha demostrado que no ha venido a ser una comparsa en la fiesta Argentina, y que "juegue quien juegue, se dejará el corazón", tal y como reconoció Emilio Sánchez Vicario tras finalizar el encuentro de dobles de hoy.
