MADRID, 30 sep. (EDIZIONES)
Rorschach es un Dálmata muy especial y no solo porque tiene una mancha con forma de corazón en la nariz, sino también porque es uno de los primeros perros de su raza en recibir entrenamiento para convertirse en perro de asistencia para un niño con autismo.
El can, de dos años, llegó a la familia de Joanne Dower y Rick como una mascota más, pero pronto se convirtió en el candidato perfecto para ser el perro de asistencia de Ethan, de 10 años, el hijo con autismo de la pareja.
Desde entonces, Rorschach se está entrenando para ello con profesionales que, además del Dálmata, también entrenan a otros perros Labrador o Golden Retriever para hacer de ellos unos perros de asistencia de pleno derecho.
La familia de Ethan conoció los beneficios de los perros de terapia y asistencia con personas con autismo tras el diagnóstico de su hijo cuando tenía cuatro años. Lo hizo de la mano de Assistance Dogs Australia y fueron ellos los que les proporcionaron a Bella, un Labrador de color negro que logró que en dos semanas Ethan pasara de ser no verbal a verbal.
Lamentablemente, Bella fue retirada del programa después de una operación a la que tuvo que someterse, pero entonces llegó Rorschach a la vida de Ethan, y la casualidad hizo que tuviera el temperamento ideal para pensar en él como perro de terapia. Y así está siendo.
Los avances de Rorschach son notables y pronto el perro estará oficialmente capacitado para ayudar a Ethan a lidiar con el autismo.
