Actualizado 27/03/2015 13:33

10 confesiones curiosas del personal de teatro para celebrar el #DíaMundialDelTeatro

10 Confesiones Curiosas Del Personal De Teatro Para Celebrar El #Díamundialdelte
Foto: PIXGOOD

DESCONECTA, 27 Mar.

El 27 de marzo se celebra el Día Mundial Del Teatro, un día para reconocer y rendir tributo a las artes escénicas. Un día, también, para reconocer el trabajo de actores, técnicos y personal de sala que también forman una parte fundamental para que una representación de teatro pueda llevarse a cabo.

En Desconecta, hemos querido rendir nuestro particular homenaje en este día, a la cara oculta de los teatros de todo el mundo: el personal de sala. Una parte fundamental del buen funcionamiento de las representaciones teatrales es la perfecta coordinación del personal técnico con el de sala.

Éste último es lo primero con lo que el público se encuentra al llegar a un teatro y lo último que ve cuando se van. Acomodadores y jefes de sala desempeñan una labor casi tan antigua como el propio teatro y que, a pesar de los años, se sigue conservando como parte imprescindible.

Sus funciones varían desde comprobar las entradas del acceso al recinto, hasta acompañar a los espectadores a sus asientos, confirmar que no existen duplicidades, gestionar y solucionar cualquier tipo de inconveniente que éstos pudieran tener. En definitiva, son el rostro - amable en muchos casos - que mantiene contacto directo con el público.

Precisamente, el hecho de estar en permanente contacto con las personas, hace de su labor, un foco constante de situaciones curiosas, divertidas - y desconcertantes en algunos casos -, que forman parte del anecdotario de los teatros de todo el mundo.

Estas 10 confesiones, por parte del personal de sala que ha trabajado en los principales teatros de la Gran Vía madrileña, nos dan una perspectiva divertida de lo que sucede cada tarde o noche cuando las puertas de uno de esos teatros se abre para recibir al público protagonista de estas hilarantes situaciones.

- Venir con entradas de un día de la semana que viene porque ésta semana le venía mejor

- Comprar una entrada de visibilidad reducida y quejarse porque no se ve todo el escenario

- Llegar confundido por los pisos en los que se dividen las plantas del teatro y sorprenderse porque el anfiteatro, que en el teatro de su ciudad es la segunda planta, resulta que es 'el gallinero' en este.

- Pedir una hoja de reclamación porque uno de los actores principales del reparto no actúa, por cuestiones de enfermedad, siendo éste el principal motivo por el que venían desde tan lejos.

- Pedir un cambio de asiento a uno de esos que quedan libres ahí abajo porque: "No te cuesta nada, hombre".

- Pedir al camarero si no le puede hacer una rebaja en el precio porque: "Hija mía, que caro está todo".

- Preguntar a un acomodador que le indique en secreto- que él no va a decir nada - por donde salen los actores.

- Escuchar frases como: ¿Y tú sales a a actuar en la obra? ¿Y a ti qué te parece la obra? ¿Y cómo es (tal actor) como persona?

- Acudir a la representación guiándose tan sólo por el nombre, pensando que verían algo completamente diferente a lo que van a ver, quedarse y disfrutar de la representación igualmente.

- Un día de doble representación, pedir que desalojen las instalaciones del teatro lo antes posible porque el tiempo es el justo para proceder a dejar todo como nuevo y que siempre respondan: "la última foto, de verdad".