EDIZIONES, 27 de feb.
Los residentes de Port Dover, en la provincia de Ontario, Canadá, vivieron de primera mano uno de los espectáculos de naturaleza más asombrosos y aterradores de ver. El pasado domingo, las aguas congeladas del Lago Erie comenzaron a agolparse y amontonarse en la orilla ocasionando un tsunami helado que alcanzó algunas zonas residenciales e inundó algunos hogares.
La pregunta que muchos se hicieron fue: ¿Cómo es posible que las aguas de un lago congelado produzcan un tsunami de hielo? La respuesta la tiene la conjunción de fenómenos meteorológicos.
Un tsunami de hielo es un fenómeno meteorológico particularmente peligroso, en el que el hielo acumulado en la superficie del agua comienza a chocar con las costas arrastrado por los fuertes vientos produciendo así el espectacular efecto tsunami.
El Lago Erie es un embalse de agua enorme de unos 25.000 kilómetros cuadrados situado en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. En invierno, las bajas temperaturas hacen que en la superficie del lago se cree una gruesa capa de hielo. Lo que sucedió el domingo fue que una tormenta con fuertes rachas de viento huracanado (de hasta 120km/h) terminó provocando un tsunami de hielo tanto en Ontario (Canadá) como en Nueva York (Estados Unidos).
En la zona estadounidense, los gruesos bloques de hielo empezaron a sobrepasar la orilla del lago y también del río Niágara, provocando que la Policía del parque Estatal Niágara Falls alertase de la situación a través de Twitter y cerrase varios tramos de la carretera.
Según las autoridades, debido a la situación se produjo la evacuación voluntaria de decenas de personas en el área de Hoover Beach. Las aglomeraciones de hielo llegaron a alcanzar hasta los 9 metros de altura en algunas zonas pobladas.
