EDIZIONES, 29 de ene.
Situado cerca de la bulliciosa plaza Vanak en el norte de Teherán, 'Downtism Café' destaca sobre otras cafeterías de la zona por su personal único. Todos los que se dedican a poner, servir y cobrar las bebidas tienen síndrome de Down o autismo, de ahí su nombre.
Aylin Agahi, profesor de música de 36 años con una experiencia de 17 años en tratar con personas discapacitadas, es a quién se le ocurrió la idea, hace ahora tres años.
"El objetivo que tenía en mente al abrir esta cafetería era darles a estos muchachos un papel en la sociedad", explicó Agahi a Daily Star. "Quería que las personas se familiarizaran con ellas. Muchas personas no tienen suficiente conocimiento del síndrome de Down y aquí pueden encontrarse cara a cara con ellos".
La cafetería, que abrió en mayo del pasado 2018 con el esfuerzo y la ayuda de 10 familias y algunos fondos de la Organización de Bienestar Estatal de Irán, no solo proporciona trabajo a personas con síndrome Down y autismo; también es un escaparate para demostrar lo capaces que pueden llegar a ser.
Al comienzo de esta aventura, la cafetería tenía 10 empleados. Ahora, son más de 40 que trabajan en turnos cortos de tres horas. Su sueldo es el salario mínimo y los extras vienen con las propinas que se reparten de manera equitativa a final de mes.
Tras la buena acogida de los vecinos, Agahi planea alquilar un nuevo local más grande donde poder dar trabajo a más personas, e incluso donde poder ampliar su carta para ofrecer, además de pasteles, bocadillos y comida.
