MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
La mesa de reforma laboral se reúne de nuevo mañana para abordar el 'núcleo duro' del temario y el que más divergencias ha generado en las posiciones de Gobierno, patronal y sindicatos: la regulación de los contratos y el despido.
Ésta será la tercera vez en que el Ejecutivo y los agentes sociales se sientan a la mesa tras las vacaciones de Navidad. El primer encuentro, celebrado el pasado 19 de enero, se dedicó a cuestiones de procedimiento, mientras que el segundo, que tuvo lugar el pasado miércoles, se centró en políticas de igualdad, bonificaciones a la contratación y prestaciones del Fogasa.
Esta tercera reunión tocará los temas más espinosos de la reforma, o al menos los que más desencuentros han suscitado entre las partes.
Argumentando que se abarataría el despido y se desnaturalizaría el fin con el que fue creado, los sindicatos se han opuesto a generalizar el contrato de fomento del empleo estable, tal y como quieren Gobierno y CEOE.
Este contrato, que tiene una indemnización por despido de 33 días por año trabajado frente a los 45 días de los contratos indefinidos ordinarios, surgió en la reforma de 1997 para fomentar el empleo estable de colectivos con especiales dificultades, como mujeres o mayores de 45 años. Por eso, CC.OO. y UGT creen que su universalización dejaría sin efecto la naturaleza misma de esta figura contractual.
Pero éste no es el único caballo de batalla en materia de contratación y despido. También existen discrepancias en la mesa sobre cómo limitar el encadenamiento de contratos temporales o sobre la forma de regular la subcontratación, entre otras muchas cuestiones.
PODRÍA AMPLIARSE EL CALENDARIO.
Tras la reunión de mañana, y a falta de un nuevo encuentro que celebrarán el próximo 6 de febrero, el Gobierno y los agentes sociales habrán concluido el calendario programado hasta ahora. No obstante, no descartan celebrar nuevos contactos si existen posibilidades de alcanzar un acuerdo.
El Ejecutivo, por boca del ministro de Trabajo, Jesús Caldera, se ha mostrado "moderadamente optimista" al respecto, mientras que los sindicatos han dejado claro que no firmarán nada que no actúe sobre la temporalidad y la CEOE ha advertido que o la reforma flexibiliza el mercado laboral o sencillamente no hay reforma.
Todos reconocen la existencia de dificultades para cerrar una negociación que se prolonga ya más de nueve meses. Por eso, en esta recta final del proceso, los sindicatos han instado a sus compañeros de mesa a exponer claramente en qué elementos están dispuestos a ceder y en cuáles no.
