Economía/Empresas.- (Ampliación) El gasoducto entre Península y Baleares estará operativo en 2009 y costará 490 millones

Actualizado: miércoles, 7 febrero 2007 21:17

PALMA DE MALLORCA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

El gasoducto que unirá Baleares con el sistema de distribución de gas natural de la Península estará en funcionamiento el 1 de julio de 2009, según anunció hoy el presidente de Enagás, Antonio Llardén, quien explicó que el presupuesto total de la obra ascenderá a unos 490 millones de euros.

En rueda de prensa posterior a la reunión mantenida con el presidente del Govern balear, Jaume Matas, y el conseller de Comercio, Industria y Energía, Josep Joan Cardona, Llardén afirmó que las últimas conversaciones con el Ministerio de Medio Ambiente permiten augurar que la declaración de impacto ambiental, requisito que mantenía bloqueado el proyecto, estará lista durante el próximo mes de marzo.

De este modo, y una vez obtenida la autorización administrativa de la Comisión Nacional de la Energía --previsiblemente en junio--, Enagás podrá iniciar los trabajos en julio de este año para terminarlos a principios de 2009 y realizar antes de ese verano las pruebas de carga y presión del gas en los 268 kilómetros de tubo.

Según explicó Llardén, las obras en superficie no empezarán hasta este otoño con el fin de evitar molestias en las zonas turísticas de Denia, Ibiza y Mallorca. Una vez acometida esta fase, en otoño de 2008 empezará la operación de lanzamiento del tubo al fondo marino mediante un barco que irá ensamblando cada pieza de 12 metros de diámetro con la siguiente contruyendo así todo el trazado.

Con esta actuación de Enagás, Baleares tendrá garantizado el suministro de gas natural para al menos los próximos 30 años, por lo que la importancia de la obra justifica, en opinión de su presidente, que el presupuesto actual prácticamente duplique al inicial. Casi 490 millones que serán cargados a los fondos del Plan Nacional de Infraestructuras y repercutidos en las tarifas de todos los consumidores españoles.

Los 268 kilómetros de gasoducto partirán del municipio alicantino de Denia y tras 123 kilómetros de tubo sumergido a una profundidad máxima de 997 metros aparecerá en la Punta de Cala Graçio, en Sant Antoni de Portmany (Ibiza). Desde la Pitiusa mayor, partirá otro tramo de 145 kilómetros hasta San Juan de Dios, en Palma de Mallorca. Según señaló el conseller Cardona, la unión prevista para un futuro entre Mallorca y Menorca tendrá un coste añadido de 100 millones de euros.

La presión del gas en el punto de llegada a Palma será de 80 bares, el doble de lo que necesitan las centrales energéticas para producir electricidad, para lo que es necesario que parta de Denia con una presión de 140 bares. Una estación de compresión en el punto de partida garantizará estas medidas y permitirá, además, incrementar la presión en el futuro hasta los 240 bares, lo que aumentaría en un 50 por ciento el caudal de gas y, en consecuencia, la capacidad de suministro.

Las previsiones del Govern acerca de la demanda de gas en el archipiélago durante los próximos años indican que, en 2011, el consumo de las islas será de 1,5 bcm (miles de millones de metros cúbicos) anuales de gas. El gasoducto proyectado estará preparado para dar cobertura a un consumo de 4 bcm, e incluso de 6 bcm con el citado aumento de presión en origen.

Tal y como subrayó Llardén, el tubo Denia-Ibiza-Mallorca es la mayor inversión realizada nunca en Baleares pero también la actuación de mayor envergadura de Enagás, además de un proyecto de ingeniería único en España. Según dijo, aunque los trabajos físicos aún no han podido empezar a causa del estancamiento del expediente en el Ministerio de Medio Ambiente, Enagás ha invertido ya unos 95 millones de euros en elaborar los proyectos definitivos y contratar la fabricación de las piezas de tubería.

UN TUBO DE ACERO RECUBIERTO DE HORMIGÓN.

Las piezas de tubo fabricadas en acero resistente, que de momento están siendo almacenadas en un solar en la provincia de Albacete, tienen 20 pulgadas de diámetro (unos 50 centímetros) y dos centímetros de espesor (el triple de lo habitual para un tubo de alta presión). Posteriormente serán recubiertas de hormigón con la finalidad de que el peso los mantengan en el fondo y que a la vez sean capaces de soportar la presión del agua y cualquier posible impacto.

Por otra parte, con respecto a los aspecto medioambientales, el presidente de Enagás apuntó que su compañía está poniendo "el máximo esmero" para que no haya "ningún problema". "En los tres puntos que el tubo toca tierra subirá hasta la superficie por debajo del suelo. Tendremos que poner unos monolitos para poder inaugurar algo, ya que ni siquiera se verá. Lo que sí habrá será una caseta, que intentaremos que esté acorde con el paisaje", indicó.

Finalmente, Matas destacó los beneficios medioambientales del proyecto, ya que éste permitirá reducir las emisiones de CO2 por el uso del sistema de ciclo combinado en las centrales de las islas preparadas para ello. "Emitiremos 1,5 millones de toneladas de CO2 menos cada año, la mayor medida que se puede tomar para luchar contra la contaminación de la atmósfera y el cambio climático", afirmó.