ROMA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
Enel, primer accionista de Endesa, y Eni han firmado un acuerdo estratégico de cooperación para desarrollar tecnologías para la captura, transporte y secuestro geológico de CO2, y para la construcción conjunta del primer proyecto italiano en este campo, informaron hoy ambas compañías.
Las previsiones más fiables sugieren que el uso de los combustibles fósiles seguirá siendo necesario para la generación eléctrica en las próximas décadas. Las tecnologías modernas permiten aumentar de manera significativa la eficiencia de las centrales térmicas y reducir drásticamente la emisión de partículas, de dióxido de azufre, y de óxidos de nitrógeno, pero, el problema de las emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2, aún queda sin resolver.
En este sentido, ambas compañías han decidido unir sus esfuerzas para desarrollar un primer proyecto piloto integrado para evaluar todo el proceso de captura del CO2 y su inyección en el subsuelo hasta la monitorización y verificación de la estabilidad y seguridad del depósito.
Junto al acuerdo, Eni, Enel y el Ministerio del Medio ambiente italiano firmaron un memorándum de entendimiento cuyo objetivo es la verificación y difusión de las técnicas de la captura del CO2 y la promoción de fuentes renovables de energía.
El consejero delegado de Enel, Fulvio Conti, afirmó que el acuerdo supone "la participación de los dos principales grupos energéticos italianos para el desarrollo de las mejores técnicas para combatir el efecto invernadero de manera eficaz y segura".
Por su parte, el consejero delegado de Eni, Paolo Scaroni, subrayó el compromiso de implementar "una tecnología que revolucionará el mundo de la energía: la captura, transporte, y secuestro del CO2 emitido de las centrales térmicas".
El proyecto piloto es el resultado de la integración de dos proyectos lanzados independientemente por las dos compañías. Enel está en el proceso de terminar la primera instalación italiana para la captura del CO2, capaz de eliminar 2,5 toneladas de gas por hora en la central térmica de Brindisi. Esta instalación estará lista para otoño de 2009.
Por otra parte, Eni empezó a implementar un proyecto cuyo objetivo es de inyectar cerca de 8.000 toneladas de CO2 cada año en la mina agotada de Stogit en Cortemaggiore en la provincia de Piacenza.
La integración de los dos proyectos conlleva la creación en Brindisi de un sistema para la captura y licuefacción de CO2 y para su transporte al sitio de Cortemaggiore. La inyección en el subsuelo está prevista para otoño de 2010. Para desarrollar experiencias en el campo del transporte de CO2 vía gasoducto, ambas compañías decidieron también de construir una línea piloto para el transporte del CO2 en su estado denso en Brindisi.
