Economía/Energía- Greenpeace pide al CSN que no arranque la central nuclear de Vandellós (Tarragona) por el momento

Actualizado: jueves, 6 abril 2006 21:42

MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

Greenpeace pidió hoy al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que no arranque la central nuclear de Vandellós (Tarragona) hasta que no se sustituyan todos los tornillos de las barras de control, dado que han mostrado deficiencias, informó hoy la organización.

Unos días después de que el Inspector Residente del CSN descubriera nuevas deficiencias en los procedimientos de vigilancia del Sistema de Protección Contra Incendios (PCI), el pasado jueves la central tuvo que parar "repentinamente", debido a la detección de trozos de metal sueltos dentro del circuito primario del reactor, concretamente en uno de los tres generadores de vapor.

Tras esperar desde el jueves a que disminuyese la "altísima" radiactividad en el circuito primario, este lunes se recuperaron varias piezas metálicas sueltas en el Generador de Vapor (GV) afectado que, según informó el CSN a Greenpeace, proceden de uno de los tornillos roscados que sujetan los tubos de protección de las barras de control del núcleo.

Según Greenpeace, estas barras son "elementos esenciales de seguridad", ya que sirven para parar la reacción en cadena en el núcleo del reactor en caso de accidente. Los tubos que protegen las frágiles barras de control se sujetan a una gruesa plancha de acero colocada encima del combustible del núcleo mediante dos de estos tornillos y uno de ellos es el que se ha roto.

La velocidad con la que circula el agua del sistema primario empujaron con fuerza las piezas sueltas de ese tornillo (junto con sus tuercas y arandelas) desde el interior del núcleo hacia el GV, donde impactaron violentamente y en repetidas ocasiones sobre su placa de tubos, provocando "visibles daños importantes en dicha placa".

La organización advirtió que se desconoce si más allá de los desperfectos visibles en el GV existen otros daños en el sistema primario, algo que habrá que investigar.

Greenpeace sugiere que la rotura del tornillo "no es fruto de la casualidad", sino que se ha excedido, o está próximo a hacerlo, el tiempo recomendado por el suministrador para sustituir todos estos tornillos, que están sometidos continuamente a "importantísimas" tensiones dentro del núcleo, como lo prueba que ya estaba programa su sustitución en la recarga del próximo año.

"La situación tras este nuevo incidente es crítica, puesto que si se permite arrancar a la central, cualquiera otro de los más de 100 tornillos restantes en los tubos de las barras de control del núcleo podría desprenderse en cualquier momento y las consecuencias de ello serían impredecibles", destacó.

Según Greenpeace, el CSN "no puede ceder al permanente chantaje de las empresas propietarias, que ya están preparando unos estudios para justificar lo injustificable: que la central puede seguir operando de forma segura hasta la próxima recarga, para lo que falta más de un año".

Por ello, insistió en que la central "debe pararse el tiempo necesario, ya sean meses o años, para hacer una revisión íntegra y completa de sus condiciones de seguridad y corregir plenamente las múltiples deficiencias de las que adolece".

Además, pidió a los grupos políticos que "tomen nota de la enésima deficiencia en las centrales nucleares españolas y que exijan al Gobierno el cierre ordenado de las mismas en el menor plazo de tiempo posible, así como que se tramite con carácter de urgencia una reforma legal profunda del CSN que elimine de raíz las vinculaciones que mantiene este organismo con la industria y promueva la aplicación rigurosa de las normas y la imposición de sanciones ejemplares cuando éstas se incumplen".