La patronal eléctrica defiende la instalación de tres nuevos grupos nucleares hasta 2030


MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) defiende una estrategia energética hasta 2030 que contemple la instalación de 2.600 megavatios (MW) nuevos de energía atómica, hasta 10.018 MW, lo que, a razón de 900 MW por cada grupo nuclear, equivale al desarrollo de al menos tres nuevos grupos.

En su informe de 'Prospectiva de Generación Eléctrica 2030', la patronal analiza cinco posibles estrategias para las dos próximas décadas, y se decanta por un "modelo mixto" en el que, aparte del desarrollo de 2.600 MW nucleares, se instalen otros 3.900 MW de carbón con captura de CO2.

El presidente de Unesa, Pedro Rivero, reconoció la "mala aceptación social" de la energía atómica y explicó que el modelo defendido por su asociación recoge para el caso nuclear los costes asociados con la gestión de residuos y con la instalación de centrales de tercera y cuarta generación.

En su opinión, el modelo elegido es el adecuado en un entorno en el que "las renovables aún no son un soporte básico para garantizar el suministro". Además, procurará un sistema más "sostenible", "robusto" y "coherente con los estudios internacionales".

En todo caso, recordó que es al Gobierno a quien le corresponde la elaboración de la planificación energética y que el objetivo de su asociación es "consensuar la opinión de todos los agentes involucrados en la generación de electricidad" para ofrecerla posteriormente a las autoridades.

El Gobierno ha encomendado a un grupo de expertos la elaboración de una prospectiva energética hasta 2030, según cuyos datos preliminares el modelo más adecuado pasa por mantener en 7.716 MW la producción nuclear, con lo que perdería peso en el 'mix' de generación, y por triplicar la potencia eólica, hasta 40.000 MW.

En la actualidad existen ocho centrales nucleares en España, de las que la de Garoña, en Burgos, será la primera en someterse, a mediados de 2009, a la revisión de su autorización de explotación. Unesa calcula que la vida útil de estas instalaciones podría ser de 60 años.

35.000 MW DE EÓLICA E INVERSIONES DE 49.600 MILLONES

La patronal distingue entre cinco modelos de estructura energética para los próximos años. El preferido por Unesa es el mixto, frente al de máxima penetración de renovables --27.000 MW adicionales de eólica y solar--, al de máxima expansión nuclear --peso atómico del 25% del 'mix' y 6.500 MW más--, al de aprovechamiento del actual equipo y, por último, al de incorporación de carbón limpio.

El modelo elegido por Unesa contempla además una potencia instalada de 35.000 MW de energía eólica en 2030 y 28.384 MW de ciclos combinados, lo que equivale a más que duplicar el nivel actual.

La nuclear tendrá un peso en la producción del 18%, frente al 14% del modelo renovable. Junto a esto, el modelo mixto confía el 40% de la producción al gas --36% con el modelo renovable-- y el 34% a las renovables, frente al 50% del escenario de máxima potenciación de estas fuentes de energía.

Las inversiones acumuladas en generación del modelo preferido por Unesa hasta 2030 rondarán los 49.600 millones, por encima de los 39.697 millones que se destinarían si se mantiene el equipo base actual, pero muy por debajo de los 71.905 millones que habría que dedicar al modelo de máxima penetración de renovables.

Por otro lado, las emisiones anuales medias de CO2 del modelo mixto serían de 51,7 millones de toneladas --40,1 millones en el modelo renovable-- y la dependencia energética con respecto al exterior se reduciría en cinco puntos, hasta el 45%, frente al 39% del modelo opuesto.

El menor coste total lo arrojaría el modelo de máxima expansión nuclear, mientras que el mixto obligaría a desembolsar 7.000 millones más que el anterior. La máxima penetración renovable tendría un coste 22.470 millones superior al primero.

Todos estos datos se han obtenido a partir del comportamiento de cada uno de los cinco modelos en un escenario en el que se dé prioridad al gas, frente a otro modelo en el que se dedica mayor atención al carbón.

La prospectiva de Unesa parte de un crecimiento medio anual de la demanda del 2,1% que, hasta 2030, arrojen un incremento en términos absolutos del 70%.

El modelo mixto procurará, a juicio de Unesa, el mejor escenario para contar con un sistema de fuentes diversificadas tanto en la producción como en el origen geográfico, y con una red de transporte "suficientemente mallada e interconectada".