MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El exjefe de grupo de entidades de crédito del Banco de España y actual director del departamento de inspección, Francisco Javier del Río del Castillo, ha asegurado que el supervisor trasmitió a Caja Madrid y a otras seis cajas la necesidad de que acudieran a un proceso de integración mediante el Sistema Institucional de Protección (SIP), ya que en caso contrario podían incurrir en pérdidas futuras.
Así lo ha declarado Del Río durante su comparecencia en calidad de testigo en el juicio que investiga la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid), en la que ha reconocido que desconoce con qué grado de formalidad se llegó a hacer esta petición.
"Sí que tuvo que haber conversaciones con Caja Madrid y las otras seis cajas en las que se les transmitía que debían acudir a un proceso de integración, si no, había riesgo que de pudieran dar lugar a pérdidas en el futuro", ha indicado.
Según ha testificado, la finalidad principal de la integración era "eliminar" la posibilidad de que alguna entidad de las que tenían mucha exposición al riesgo promotor, como Caja Madrid, tuviera problemas en caso de que el escenario macroeconómico evolucionara negativamente.
También ha apuntado que permitía mejorar la eficiencia, ya que las cajas habían reducido su capacidad de forma importante, así como lograr un banco con una sociedad central que tuviera un mejor acceso a los mercados y en el que se pudiese inyectar capital, ya que no tenían un instrumento para poder realizar estas transacciones.
En este sentido, ha justificado la integración por las sinergias. "Lo que hace que finalmente una fusión merezca la pena son las sinergias futuras, que son superiores a los costes del proceso de integración", ha señalado, añadiendo que al principio es "normal" que no se consigan, ya que debe darse una reducción importante de la estructura sobrante.
