MILAN, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
La fusión entre dos de los principales bancos italianos, Banca Intesa y Sanpaolo, podría generar un problema acerca del gobierno corporativo del grupo resultante, dado el fuerte liderazgo de ambas entidades y sus diferentes estructuras de gestión, según un informe sobre mercados de Goldman Sachs.
La firma de inversión ve en esta circunstancia uno de los dos principales obstáculos para la fusión. El otro es la forma en la que se integrarán los negocios de gestión de activos y de seguros, dados los posibles conflictos de intereses entre Credit Agricole y Erizon.
Por otro lado, el informe destaca que el grupo resultante tendrá un carácter marcadamente italiano. Según los cálculos de la firma, Credit Agricole seguirá siendo el principal accionista, con un 8%, frente al 18% actual, mientras que la participación del Santander pasará del 8,5% actual al 4%. En todo caso, el grupo resultante contará con "una sólida estructura accionarial, con Credit Agricole como principal accionista", señala.
Otro de los aspectos positivos del posible acuerdo es la posibilidad de crear uno de los mayores bancos de Europa, con una capitalización de cerca de 60.000 millones de euros. Además, la operación supone una oportunidades para "sustanciales sinergias tras la integración de una estructura centralizada y la racionalización de la red" de oficinas, señala.
Sanpaolo y Banca Intesa confirmaron ayer que cuentan con un proyecto de fusión, y adelantaron que sus respectivos consejos de administración estudiarán su contenido este fin de semana.
