LONDRES, 8 May. (EUROPA PRESS) -
El Royal Bank of Scotland (RBS), controlado en un 70% por el Gobierno británico tras verse forzado a recurrir a ayudas públicas y a participar en el programa de garantía de activos 'tóxicos' del Tesoro, registró pérdidas de 857 millones de libras (960 millones de euros) en los tres primeros meses del año, en contraste con el beneficio neto de 245 millones de libras (275 millones de euros) del mismo periodo de 2008.
"Nuestros resultados constatan las difíciles condiciones a las que nos enfrentamos y que esperamos que continúen", dijo el consejero delegado de la entidad, Stephen Hester.
En este sentido, RBS se anotó 2.858 millones de libras (3.203 millones de euros) en concepto de impagos, lo que supone multiplicar por cuatro la cifra del año anterior. Los préstamos en riesgo de mora representaban el 3,50% a 31 de marzo, frente al 1,38% del mismo periodo del ejercicio precedente y del 2,69% de diciembre de 2008. No obstante, la cifra de negocio de la entidad creció un 25,6%, hasta los 9.702 millones de libras (10.875 millones de euros).
Asimismo, la entidad británica precisó que entre el 75% y el 80% de los impagos y amortizaciones corresponden a activos pertenencientes a las carteras sometidas al programa de garantía de activos del Tesoro.
"Esperamos que las condiciones crediticias continúen deteriorándose durante los próximos trimestres y que se produzca una ralentización en la actividad financiera en comparación con lo visto en el primer trimestre", auguró Hester, quien afirmó que, a pesar de que se hable del comienzo de la recuperación económica, RBS mantiene la prudencia ante la expectativa de que 2009 y 2010 serán años muy duros.
