Economía/Fiscal.- La CE no logra convencer a los escépticos de las bondades de la base única del impuesto de sociedades

Actualizado: viernes, 7 abril 2006 21:40

VIENA, 7 Abr. (del enviado especial de EUROPA PRESS, Juan Sanhermelando) -

El comisario de Fiscalidad, Laszlo Kovacs, no logró hoy convencer a los Estados miembros escépticos y ni siquiera a sus propios colegas en el Ejecutivo comunitario, como Charlie McCreevy, de las bondades de una base única en la Unión Europea para calcular el impuesto de sociedades. Su iniciativa sólo contó con el apoyo incondicional de Francia, Alemania e Italia, mientras que el vicepresidente y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, se mostró cauto.

El propio Kovacs reconoció que existen "oposiciones, dudas y preocupaciones" sobre la base imponible única. Dijo que 10 países de la UE lo apoyan (dos menos de los que contabilizó él mismo el pasado miércoles), menos de 10 se oponen y el resto son "cautamente positivos". Las cuestiones de fiscalidad exigen la unanimidad de los Veinticinco. El comisario admitió que algunos temen que Bruselas quiera usurpar la soberanía fiscal de los Estados miembros, o que sea el primer paso para armonizar los tipos del impuesto de sociedades, o que se reduzca la competencia fiscal, pero negó que estos miedos tengan fundamento.

A su juicio, la base única servirá para mejorar la competitividad de la economía europea, reducirá las cargas administrativas a las empresas, simplificará la carga fiscal y solucionará problemas concretos como la compensación de costes. Su intención es presentar una propuesta legislativa en 2008, y proponer que los países que estén de acuerdo formen un grupo pionero mediante una 'cooperación reforzada'. Además, quiere que la base única sea optativa para las empresas, de forma que sólo la adopten las que tienen negocios transfronterizos.

A su lado en la mesa se encontraba el responsable de Mercado Interior, Charlie McCreevy, que dijo que su posición contraria a la base imponible común es "bien conocida" y "no ha cambiado" pese a los esfuerzos de su colega Kovacs. Entre los Estados miembros, Irlanda y Reino Unido son los opositores más acérrimos a esta iniciativa.

Por su parte, Solbes señaló que "no le parece mal" realizar análisis previos para concretar en qué consistiría esta base imponible. "Ir más lejos que eso en estos momentos me parece prematuro", dijo.

El ministro de Economía francés, Thierry Breton, manifestó que la base común del impuesto de sociedades cuenta con el apoyo de Francia, Alemania y también Italia, que la consideran "fundamental para lograr más transparencia en el mercado interior y mejorar las operaciones transfronterizas". Asimismo, destacó que se habían logrado "avances" en las discusiones.

También expresó su respaldo a la iniciativa el ministro de Finanzas austriaco y presidente de turno del Consejo, Karl-Heinz Grasser, que dijo que se trata de un "instrumento efectivo para acabar con los obstáculos para las empresas que operan en más de un Estado miembro, y es especialmente importante para las pequeñas y medianas empresas, que son las que incurren en mayores costes para ajustarse a 25 regímenes fiscales diferentes".

Grasser se jactó de atraer a empresas alemanas para que se instalen en territorio austriaco mediante la competencia fiscal, gracias a haber recortado el impuesto de sociedades del 34% al 25% y dijo que las quejas expresadas por Berlín demuestran que su política es la correcta.