MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) consideran que el plan de control tributario y aduanero de 2014 está "bien diseñado", ya que consolida la lucha contra la economía sumergida y el fraude de las pymes, al tiempo que "tampoco descuida el fraude fiscal internacional", pero subrayan que será "ineficaz sin más medios" para la Agencia Tributaria (AEAT).
En un comunicado, señalan que, a pesar de ser un "plan continuistas", no renuncia a controlar áreas de "reciente proliferación y difícil fiscalización" como las empresas que operan a través de Internet, o realizar el seguimiento de la recientemente desarrollada imposición medioambiental.
Asimismo, cree que acierta también en el uso de las nuevas tecnologías para aplicar técnicas de auditoría informática en las inspecciones, así como en potenciar las tareas de investigación y obtención de información sobre las meramente comprobatorias.
Sin embargo, pide al Ejecutivo que dote a la AEAT de los medios necesarios para aplicarla. "No olvidemos que las nuevas actuaciones de auditoría y control informático generan un ingente trabajo humano de análisis posterior, o que la lucha contra la ingeniería fiscal compleja sin el personal suficiente y especializado no tendrá resultados", añade.
FALTA DE MEDIOS.
Así, en opinión de IHE, la falta de medios ha condicionado este plan y los de los años anteriores, "que pese a estar bien diseñados son inaplicables por falta de medios".
De esta manera, aplaude el impulso dado por la Ley 7/2012 antifraude, pero echan de menos nuevas medidas que ayuden a tapar los resquicios legales del fraude y ve preocupante también que la reforma de la Ley General Tributaria "no haya visto aún la luz, cuando lleva muchos meses ya cocinada en la Dirección General de Tributos".
Por otra parte, afirma que el gran número de líneas de actuación propuestas por el Plan de Control, así como los planes de intensificación de actuaciones propuestos por el Ejecutivo, todo ello unido a los actuales sistemas de trabajo de objetivos en los que cada vez se le piden a los funcionarios más y más actuaciones (y últimamente más y más recaudación), "corren el riesgo de hacer perder la alta calidad de las actuaciones de la AEAT".
Por ello, asegura que el plan de control debería desarrollarse mediante un sistema de trabajo "por objetivos claro, transparente y que favorezca la lucha contra el fraude, dotando a la Administración de los medios necesarios, al mismo tiempo que establezca las garantías jurídicas necesarias para el contribuyente".
