Empresarios responsabilizan a los sindicatos de meterse "en un callejón sin salida" y éstos llaman a secundar un nuevo paro
VIGO, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Sindicatos y empresarios del sector metalúrgico de la provincia de Pontevedra rompieron anoche la negociación del convenio colectivo tras más de 30 horas de reunión prácticamente ininterrumpidas, al "encallar" las conversaciones en la cuestión del incremento salarial, por lo que se mantiene la huelga de hoy--que afecta también a empresas con convenio propio, como PSA Peugeot Citroën--.
El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), José María Hidalgo, responsabilizó directamente a los sindicatos del fracaso en la negociación y advirtió de que "miles de empresas se van a ir al traste".
Hidalgo reconoció que las partes intentaron "arreglar lo que ya no tenía arreglo desde el principio" y acusó a los sindicatos de haberse metido "en un callejón sin salida, y de calcular mal los riesgos". En ese sentido, señaló que los empresarios no pueden acceder a sus demandas porque eso significaría "unos costes muy altos que supondrían el cierre de muchas empresas"
El portavoz empresarial insistió en que abandonó la reunión de anoche "con la conciencia muy tranquila" tras haber puesto sobre la mesa varias alternativas que fueron rechazadas por los sindicatos, y reiteró que "la responsabilidad -de haber roto la negociación-- es de quien es". Los empresarios también lamentaron que, después de varios días de huelga "con asaltos ilegales y salvajadas", mañana "le toca pagar a la automoción".
SINDICATOS
Por su parte, los representantes de los trabajadores, a su vez, culparon a los empresarios de la falta de acuerdo y confirmaron que hoy habrá una nueva jornada de huelga, por lo que hicieron un llamamiento a los trabajadores afectados -unos 40.000 operarios de más de 2.000 empresas de la provincia-- para que salgan un día más a la calle, el octavo en las últimas semanas, para defender el convenio colectivo. A partir del lunes, el paro será indefinido.
El portavoz de UGT, Diego Atanes, afirmó que se produjeron "muy tímidos avances" que no fueron suficientes para cerrar un acuerdo, y recordó que los tres puntos a los que se redujo el debate -vigencia, regulación de la jornada e incremento salarial-- "son un todo y no puede haber acuerdo en unas cosas sí y en otras no".
El responsable de Negociación Colectiva de la CIG, Antolín Alcántara, matizó que la razón de que se hubiera levantado la mesa negociadora fue "una cuestión de voluntad" y apuntó que el incremento al que aspiran los sindicatos supone "dignificar el trabajo" de los operarios del Metal y que "no pone en riesgo la estabilidad de ninguna empresa".
Además, mostró la disposición de las centrales de seguir negociando cuando los mediadores de la Administración vuelvan a convocar a las partes, y anunció que se va a "administrar el conflicto" por si se alarga en el tiempo, para que perjudique lo menos posible a los trabajadores.
El representante de CC.OO., Ramón Sarmiento, explicó que, a lo largo de las más de 30 horas de la reunión de ayer, "hubo momentos en que el acuerdo se percibía cerca" por lo que "hay que recuperar ese escenario". Asimismo, explicó que, tras la ruptura, las posiciones en el incremento salarial volvieron al punto inicial, en el que sindicatos piden un aumento del 4,5% para 2009 y del 4% para el 2010, y la patronal ofrece un 1,9% para este año y el IPC real para el año que viene.
