MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
UGT asegura que solo el 3,24% de los acuerdos laborales firmados en los últimos cinco años contemplan el teletrabajo en las empresas, lo que muestra "un absoluto abandono de esta modalidad organizativa".
El sindicato ha afirmado que circunstancias como las actuales con la extensión del contagio del coronavirus demuestran que es necesario impulsar el teletrabajo en España.
De hecho, en 2019, el número de personas trabajadoras amparadas por cláusulas reguladoras del teletrabajo alcanzaba apenas las 376.000 personas, mientras que el número de ocupados era de casi 20 millones de personas.
Esta cifra, según UGT, además es la mitad de la recogida en 2015, lo que representa "un retroceso evidente en la materia de los últimos años".
"La relación entre los convenios firmados y las personas trabajadoras afectadas hace deducir que estos acuerdos corresponden a empresas grandes, lo que demostraría que las pymes, así como muchos sectores productivos de gran importancia ni se han planteado regular el teletrabajo de forma colectiva y consensuada con la representación de los trabajadores", resalta el sindicato.
Para UGT, la reponsabilidad de esta ausencia de regulación del trabajo proviene, "sin lugar a dudas", de patronales y empresas que siguen sin creer en esta modalidad organizativa, "fundamental para la conciliación de la vida personal y familia y útil en circunstancias extraordinarias como las que se están viviendo".
Así, recuerda que en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2015-2017 se hacía un llamamiento a la modernización de la organización del trabajo, marcando pautas y recomendaciones para negociar el teletrabajo en las empresas. Sin embargo, "las empresas hicieron caso omiso de estas recomendaciones".
La organización que lidera Pepe Álvarez ve el teletrabajo como una herramienta "ideal" para la conciliación y por ello insistirá en la necesidad de que todos los convenios recojan esta modalidad, regulándola en función de los criterios de voluntariedad, reversebilidad e igualdad de derechos.
"Cláusulas que deben respetarse tal y como estipula el Acuerdo Macro Europeo sobre Teletrabajo de 2002, aunque a los empresarios les cueste entenderlo", ha remarcado.
UGT ha dejado claro que el teletrabajo, como forma organizativa del trabajo, no puede improvisarse ni imponerse, sino que debe planificarse bajo la vigilancia de los interlocutores sociales, al amparo de acuerdos bilateriales, entre patronal y sindicatos, de carácter colectivo y dotándolo de las infraestructuras necesarias.
Por último, espera que la situación actual se interprete de forma correcta y que si la experiencia del teletrabajo acaba siendo positiva, se "recoja el guante y se amplíe sus efectos al número máximo de personas trabajadoras posible".
