MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
UGT ha pedido al Banco de España que deje de crear "falsas alarmas" respecto a la recuperación de salarios, después de que el organismo haya advertido de que las medidas que incrementan el gasto público, como el acuerdo entre Gobierno y sindicatos para elevar los salarios de los funcionarios o una revalorización superior al 0,25% de las pensiones, ponen "en riesgo" el objetivo de déficit.
El sindicato recuerda a la institución que no advirtió en su momento de la crisis económica y que "ha tomado durante la última década decisiones que han agravado su impacto en la sociedad", por lo que "está descalificada para venir ahora a dar recetas rastreras o a impedir que la clase trabajadora se recupere del daño sufrido".
Además, le recuerda que la subida salarial que marca el acuerdo está vinculada al PIB y al cumplimiento del déficit, de modo que la subida del 9% en tres años se dará en un escenario de máximos. "No se alarmen ni difundan la idea de que la recuperación de los trabajadores implica un desfalco o un peligro, no sean tan mezquinos", señala el sindicato.
Así, defiende que hay que dejar que crear "alarmas innecesarias" en relación al cumplimiento de objetivos, ya que la Administración se encuentra "en disposición de cerrar el ejercicio incluso por debajo del umbral del 3,1%".
De igual forma, subraya que España está a "un paso" de cumplir el Pacto de Estabilidad de la UE, tras llegar a registrar un déficit del 11% del PIB en 2009, aunque el trayecto "no ha sido fácil ni indoloro", puesto que la reducción del déficit "inevitable y necesaria" se ha producido con "drásticos recortes del gasto público que han deteriorado el Estado de bienestar".
La organización destaca que los ayuntamientos son el sector más saneado, puesto que cerrarán este año con un superávit en torno al 0,5%, lo que permitirá mitigar los desvíos que registrarán el Estado y la Seguridad Social.
Igualmente, recuerda que los empleados públicos fueron "los primeros en ser sacrificados en función del déficit, cuando en 2010 vieron sus salarios recortados en un 5% y en 2012 se les suprimió una paga extraordinaria", lo que vino acompañado de una "sangría" de empleo a consecuencia de la práctica congelación de la oferta pública.
