Pide al presidente que negocie las "reformas estructurales que España necesita" y no trace "líneas rojas" sobre los temas que quedan fuera
MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, acusó hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "sindicalista retrógrado piquetero" y de actuar con "prepotencia" en el diálogo social.
Durante la rueda de prensa posterior al Comité Regional de Dirección, Aguirre consideró que este fin de semana se ha visto "el verdadero talante de Zapatero". "En vez de escuchar, amenaza. Ha hecho un ejercicio de prepotencia con quien no quiere sumarse a sus medidas de sindicalista retrógrado piquetero", afirmó.
Según la presidenta, la CEOE sólo "envió un papel (al Gobierno) para pedir que se discuta sobre todo", algo que "al presidente le ha parecido ofensivo porque es dogmático, porque sólo quiere discutir de seguir aumentando el gasto público, porque sólo quiere que todo el mundo bendiga su aumento de la deuda".
A su juicio, ya es hora de que se comience a hablar de las "reformas estructurales que España necesita" para dejar de ser "el recordman de la Unión Europea en la creación de paro", por lo que exigió al Ejecutivo central que no pongan "temas tabús, líneas rojas".
"Este fin de semana hemos visto la prepotencia de quien ve que la foto que quería no se ha podido realizar. Lo importante no es si se rompe (el diálogo social) o no, ni quién tiene la culpa. Lo importante es que España necesita reformas estructurales y que a quien las plantea, en este caso los empresarios, se les dice (que no) con el dedo, se les dice 'Yo soy el presidente del Gobierno'. A nosotros (el PP) nos parece lamentable", afirmó
Además, aseguró no tener "conocimiento" de una reunión entre el presidente del PP, Mariano Rajoy, y el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, antes del encuentro entre empresarios, sindicatos y Ejecutivo central. "Ni lo niego ni lo confirmo porque no lo sé, pero sí sé que el PP opina que Zapatero, en vez de gastar, tendría que hacer reformas estructurales, y en vez de buscar bendiciones para su gasto público en forma de fotografías debería estar trabajando para que España no sea el recordman mundial del paro", consideró.
UNO DE CADA TRES PARADOS DE LA UE
Acto seguido, Aguirre recordó que, "hace poco más de un año, Zapatero ganó las elecciones generales prometiendo pleno empleo y negando que hubiera crisis". "Desde entonces hasta hoy hemos visto la estadística oficial más escandalosa de la historia sobre el paro: en un año, 1,7 millones de españoles han ido al paro", afirmó.
Asimismo, subrayó que "uno de cada tres parados de la UE vive en España", en una región en la que hay más de 350 millones de ciudadanos, por encima incluso de la población de Estados Unidos. "La crisis la viven todos los países del mundo occidental pero sólo en España se traduce en unas cifras escandalosas de paro; habrá que preguntarse qué podemos hacer para parecernos más a los países de la UE y no ser el país récord del paro", indicó.
"Algo le pasa a España. Todos los organismos internacionales, todas las autoridades en materia económica, incluso miembros del PSOE como Joaquín Almunia, Felipe González o el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dicen que España tiene que hacer reformas estructurales, porque de otro modo este otoño llegaremos a una situación terrorífica", pronosticó la presidenta.
Sin embargo, ante esta situación "el Gobierno sólo toma medidas de gasto, sólo gastar", medidas entre las que incluyó la reducción de 400 euros en la declaración del IRPF, el Plan E y la financiación autonómica, "escandalosos ejercicios de aumento de déficit y de deuda pública que no resolverán los problemas estructurales de España".
Sobre la nueva financiación, precisó además que su opinión coincide "exactamente con lo que dijo Rajoy: que es una chapuza, insolidaria y mala para España porque consagra la desigualdad entre los españoles", por lo que se declaró "muy contenta con la decisión del PP de votar en contra en el Congreso".
Por último, comparó las decisiones tomadas por el Ejecutivo nacional para hacer frente a la crisis con los administración de cuidados paliativos a un enfermo, algo que "no sirve de nada" si antes los médicos "no diagnostican correctamente y ponen un tratamiento que cure".
