Economía/Macro.- España, el país de la UE en el que más ha caído la productividad en los últimos quince años

Actualizado: miércoles, 8 marzo 2006 20:47

Uno de las causas de la pérdida de competitividad frente al exterior es la falta de competencia en los mercados, según un informe

MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

España es el país de la Unión Europea en el que más ha empeorado la productividad en los últimos quince años, según un informe de Conference Board Europe, que explica que la mejora de la productividad en España pasa por la inversión en innovación y en la cualificación de los trabajadores.

En concreto, España fue el único país de la zona euro, junto con Italia, que registró un empeoramiento de la productividad en 2005, cuando descendió un 1,3%. Además, en los últimos cinco años la productividad ha empeorado un 0,6% y en el periodo comprendido entre 1995 y 2000 se redujo un 0,4%.

Esta evolución contrasta con la media comunitaria, ya que en 2005 la productividad de los Veinticinco creció un 1% y en los últimos cinco años ha subido un 1,4%. Asimismo, entre 1995 y 2000 la productividad mejoró un 1,7% en los países comunitarios, incluidos los diez países de la Ampliación.

Según el informe 'Desarrollo de la productividad en España en comparación con el contexto internacional', que fue presentado hoy por el economista holandés Bart van Ark, la pérdida de competitividad de la economía española podría estar relacionada con el fuerte aumento del empleos de baja cualificación desde los noventa, que nació de la "desastrosa" situación del mercado laboral anterior y del fuerte incremento de la inmigración en los últimos años.

En parte, esta evolución podría estar relacionada con un concepto negativo sobre la productividad, ya que en España se tiene en cuenta especialmente el producto por hora, en lugar de incluir otros conceptos, según el ponente del informe.

FALTA DE COMPETENCIA

Van Ark afirmó que en el mercado laboral español existe un déficit en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el mercado de laboral, y precisó que, a pesar de que estas tecnologías pueden conllevar una mejora de la productividad por sí mismas, deben ir acompañadas de una mejora de la organización y un cambio de las prácticas laborales para ser realmente efectivas.

"Muchas compañías en España y en Europa no lo están haciendo, porque la presión del mercado no es tan fuerte como para obligarles" a mejorar la funcionalidad de sus tareas a partir de las nuevas tecnologías, explicó el analista. "La competencia no es tan fuerte como para exprimir estas opciones", indicó, y agregó que "eso es algo que tendría que cambiar aquí en España".

Para mejorar la productividad en España, propuso que las políticas empresariales se centren en mejorar la productividad de las industrias en las que existe una ventaja comparativa, en especial en términos de costes, e insistió en que favorecer un uso productivo de las tecnologías de la información resultará crucial para el futuro.

FLEXIBILIZACIÓN DEL DESPIDO.

Van Ark precisó que una flexibilización del despido sólo tendría efectos positivos sobre el mercado laboral si el trabajador puede encontrar un empleo rápidamente, y consideró que una opción interesante sería que los empleados estuvieran dispuestos a trasladarse físicamente para encontrar un nuevo empleo.

En españa, este problema "es más serio que en otros países, porque la cualificación de la fuerza laboral está aumentando muy rápidamente, pero al mismo tiempo no está fomentando su productividad, de forma que cuenta con una fuerza laboral que no está trabajando de forma eficiente", indicó.

No obstante, el documento precisa que en los últimos años se han producido buenas noticias en materia de productividad, como el crecimiento del empleo y la fuerte mejora del capital humano, que se está volviendo altamente cualificado.

En concreto, Van Ark indicó que entre un 40% de los jóvenes españoles que tienen entre 25 y 34 años cuenta con un alto grado de formación, mientras que sólo un 20% de los miembros de la generación precedente tenía este grado de formación.

Además, la competitividad de las manufacturas en términos de costes es aún fuerte y se ha producido un crecimiento moderado de la productividad en el mercado del sector servicios, gracias a la incorporación de las nuevas tecnologías.