MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
España y otros nueve países europeos han acogido con satisfacción la publicación de la Estrategia Industrial presentada este martes por la Comisión Europea y han advertido de la "urgente necesidad" de reducir la dependencia de proveedores no europeos, en un momento en el que consideran que la soberanía "está en juego".
Así lo ha trasmitido el Gobierno de España en una carta conjunta con Austria, Bulgaria, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Luxemburgo y Rumanía, en la que recuerdan haber solicitado esta estrategia para la industria comunitaria "durante mucho tiempo".
Los firmantes, entre los que se encuentra la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, inciden en que la unión de las fortalezas nacionales de cada país es "la única forma" en que la industria podrá competir con otras grandes potencias.
En este sentido, apuntan a la actual crisis del coronavirus para explicar la "urgente necesidad" de reducir la dependencia de proveedores no europeos, tras el impacto ocurrido en la cadena de valor a raíz de los primeros casos conocidos en China.
Respecto a esta soberanía, sobre todo la tecnológica, estos diez países abogan por los denominados Proyectos Importantes de Interés Común Europeo, como los que ya se lanzaron con baterías eléctricas o microelectrónica y los que se tienen que desarrollar en el campo de la energía del hidrógeno o la inteligencia artificial.
PROYECTOS ECOLÓGICOS
La estrategia establece la forma en la que Europa fortalecerá la competitividad de su industria, esperando que el continente "domine" la transición industrial en curso, vinculada con los objetivos de descarbonización a través del llamado 'pacto verde'.
Entre otras medidas, abogan por financiar proyectos ecológicos, que deben ir acompañados de recursos adecuados en el marco financiero plurianual; trabajar en un mecanismo de ajuste de carbono en frontera compatible con la Organización Mundial del Comercio; y adaptar el marco europeo para las ayudas estatales en materia de energía y medio ambiente.
En el marco de esta hoja de ruta se sitúa, por ejemplo, la revisión de las normas europeas de Competencia, que Francia y Alemania quieren relajar para abrir el camino a los llamados "campeones industriales", pero también un futuro plan de acción sobre la propiedad intelectual o un Libro Blanco en el que se aborden los efectos distorsionadores en el mercado único causados por las subvenciones extranjeras.
Con el propósito de implementar esta estrategia común, los firmantes inciden en que el Consejo de Competitividad, que reúne a los ministros de Industria, "debe garantizar que la estrategia se implemente rápidamente e impulsar iniciativas a gran escala en coordinación con otras políticas de la UE".
