NUEVA YORK, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
La compañía de servicios petroleros Baker Hughes se anotó unas pérdidas netas atribuidas de 10.210 millones de dólares (9.438 millones de euros) en el primer trimestre, frente a los beneficios de 32 millones de dólares (29,6 millones de euros) que registró en el mismo periodo del año pasado.
El abultado cambio en el resultado neto se corresponde con la decisión de la empresa de contabilizar un impacto negativo a nivel contable de 14.733 millones de dólares (13.619,6 millones de euros) como consecuencia de la pérdida de valor de sus activos por el desplome de los precios del crudo en las últimas semanas.
Entre enero y marzo, los ingresos de la empresa descendieron un 3,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta 5.425 millones de dólares (5.015 millones de euros). Por segmentos de negocio, la división de servicios a campos petrolíferos creció un 5%, hasta 3.139 millones de dólares (2.902 millones de euros), mientras que el área de turbomaquinaria y soluciones de procesos se desplomó un 17%, hasta 1.085 millones de dólares (1.003 millones de euros).
Las ventas de equipamiento de campos petrolíferos cayeron un 3%, hasta 712 millones de dólares (658,2 millones de euros), al tiempo que la rama de soluciones digitales descendió un 17%, hasta 489 millones de dólares (452 millones de euros).
El coste de los productos y servicios vendidos se mantuvo prácticamente estable en 4.670 millones de dólares (4.317 millones de euros), mientras que los gastos de venta, generales y administrativos se situaron en 675 millones de dólares (624,1 millones de euros), un 4,1% menos.
Ante este entorno macroeconómico, la empresa ha subrayado que recortará gastos, acelerará los cambios estructurales y optimizará al máximo posible los procesos que puedan rebajar los costes a sus clientes. En este sentido, reducirán el gasto de capital ('capex') en un 20% con respecto a 2019.
