BRUSELAS, 29 May. (EUROPA PRESS) -
El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, pidió hoy a la Unión Europea que muestre una postura "menos defensiva" en las negociaciones de la Ronda de Desarrollo de Doha y que no valore sus intereses en base al principio de "cuánto pago y cuánto recibo". Los negociadores en ocasiones "amplifican lo que ceden e infravaloran lo que van a recibir", reprochó.
En una comparecencia ante la comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, Lamy sostuvo que es "normal" que los países desarrollados hagan "mayores concesiones" que aquellos que están en vías de desarrollo, y que esa es una de las razones por las que "se está tardando más" en alcanzar una acuerdo. Si bien Lamy se mostró optimista ante la posibilidad de lograr un acuerdo con estas condiciones.
A juicio de Lamy, la Unión debería valorar la reducción de aranceles "que va a beneficiar a los productos agrarios de la UE en todo el mundo". "Se ha pasado de puntillas sobre este asunto (...) como si la Unión Europea no fuera el primer exportador de productos agrarios a nivel mundial", consideró el director general de la OMC, que insistió en que "es muy importante el acceso a los mercados" cuando se tiene la posición que ocupan los Veintisiete.
"Con las cifras en la mano no tengo la impresión de que (con el curso de las negociaciones) estemos diezmando la agricultura" en la Unión Europea, remachó.
Por ello Lamy pidió que se "busque el equilibrio y la justicia" y que se vea una mayor "flexibilidad" en la mesa de negociaciones. El representante de la OMC reclamó que es necesario ser "justos" y "equitativos" durante las negociaciones de Doha --que se extienden ya desde 2001-- porque es una ronda "a favor del desarrollo y eso significa que no puede existir reciprocidad entre los países en vías de desarrollo y los países desarrollados". "No queremos una imposición del libre mercado --explicó--, sino abrirlo más".
Al repasar la evolución de las negociaciones, Lamy explicó ante la comisión europarlamentaria que los trabajos de los miembros de la OMC se están centrando en aranceles y subvenciones agrarios y aranceles de productos industriales y que estos puntos se encuentran en la tercera versión de proyectos de compromiso.
La labor ahora de los miembros de la OMC se dirige hacia la consecución de un acuerdo de compromiso "antes de pasar al nivel político". De cualquier modo, Lamy recordó que la OMC se rige por el principio de "compromiso único", por lo que no se podrá hablar de acuerdo hasta que "esté cerrado todo el paquete" y que el equilibrio estará asegurado por el derecho a veto que existe al final del proceso.
Preguntado sobre la posibilidad de que se cierre un acuerdo antes de este verano, cuando se prevé que tenga lugar una nueva reunión ministerial de los países miembros de la OMC, Lamy respondió que las posibilidades eran de "un 60 por ciento, que es más que el 50 por ciento, pero mucho menos que 100 por ciento".
Además, rechazó los comentarios de los eurodiputados que le reprocharon estar mostrando una imagen demasiado optimista de la situación y que le recriminaron querer cerrar las negociaciones con rapidez para cumplir un calendario preestablecido. "Llevamos siete años, no se puede reprochar que hayamos negociado con prisas", zanjó.
