Economía/Empresas.- Andalucía estudia primar a grandes superficies que fomenten productos saludables y la lactancia

Actualizado: martes, 21 noviembre 2006 19:57

SEVILLA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Junta de Andalucía estudia primar a las grandes superficies y las empresas que se acogen "de forma voluntaria" al 'Plan de Empresas Saludables', una iniciativa que otorga "un sello de calidad" a las empresas que promocionan medidas como la lactancia materna o los productos cardiosaludables, según avanzó hoy la consejera de Salud, María Jesús Montero, durante su comparecencia al término de la reunión del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.

Montero precisó que esta medida, que se llevaría a cabo en consonancia con las consejerías de Innovación, Ciencia y Empresa, y de Turismo, Comercio y Deporte, forma parte del paquete de actuaciones recogidas en el 'Plan contra la Obesidad Infantil 2007-2012' (dotado con cinco millones de euros), que establece "más de un centenar de medidas" para combatir la obesidad infantil desde la etapa gestacional hasta la edad escolar.

En concreto, la titular del ramo concretó que entre las "ideas" que se barajan se encuentran la de "condicionar determinadas ayudas o establecer un tipo de computo (diferencial) para aquellas empresas que promuevan productos saludables".

En cuanto a las fórmulas de condicionamiento de las ayudas, aludió, a modo de ejemplo, a la estrategia que las consejerías de Innovación y Agricultura realizan en el sector agroalimentario con el empaquetado gratis para aquellas empresas que sustituyen en sus productos los aceites de origen animal o vegetal por aceite de oliva.

Ésta y otras estrategias, subrayó, persiguen atajar el problema de la obesidad "que afecta a un 30% de la población andaluza de entre 2 y 15 años" y que sitúa a Andalucía como la cuarta comunidad con mayor prevalencia en este ámbito, "sólo superada por Cantabria, Canarias y Murcia", alertó.

Asimismo, prevé acordar con las grandes superficies comerciales la habilitación de salas de lactancia y con las empresas la puesta en marcha de facilidades para que las trabajadoras puedan realizar la extracción y el correcto almacenamiento de la leche.

MAQUINAS EXPENDEDORAS DE FRUTA

Este Plan contra la Obesidad Infantil, en el que también colaborarán las consejerías de Educación, Agricultura y Pesca, y de Obras Públicas y Transportes, trabajará para cambiar en los colegios las máquinas expendedoras de chocolatinas y refrescos por otras expendedoras de frutas.

La consejera puntualizó que esta iniciativa se hará gradualmente extensiva al conjunto de las administraciones, comenzando por las dependencias de la Junta de Andalucía y de manera prioritaria sus centros sanitarios.

Dentro de las iniciativas de prevención, Montero enumeró también la información científica actualizada en materia de nutrición y alimentación infantil, que se pondrá al alcance de los ciudadanos a través del servicio de información al ciudadano Salud Responde (902 505 060) o el asesoramiento a los responsables escolares de los menús escolares más saludables.

LA OBESIDAD EN CIFRAS.

Según la Encuesta Nacional de Salud (2003) Andalucía es la cuarta comunidad autónoma con mayor prevalencia de esta patología, con una cifra cercana al 30%, sólo superada por Canarias, Cantabria y Murcia. En concreto, un 12% de los niños entre 2 y 15 años tiene problemas de sobrepeso y otro 20% de obesidad.

Además, este problema se concentra en el grupo de edad de 6 y 9 años, con casi el triple de prevalencia de exceso de peso que los de 14 y 15 años.

Junto a ello, el 26% de la población infantil no realiza ningún tipo de ejercicio físico y casi el 100% pasa más de dos horas y media diarias viendo la televisión. Sólo el 12% consume verduras diariamente, mientras que el 99,4% consume cuatro raciones de dulces y golosinas al día y el 92% ingiere diariamente refrescos y bebidas azucaradas.

Los costes económicos asociados a esta patología se calculan en 2.500 millones de euros anuales para España y en 600 millones para Andalucía, ya que la obesidad se traduce en graves repercusiones sociosanitarias, no sólo por la pérdida de calidad de vida que comporta, sino por las complicaciones que habitualmente vienen asociadas como hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia o patologías cardiacas.