MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Central Lechera Asturiana (CLAS), Bertino Velasco, ha asegurado que Cajastur, que recientemente confirmó su intención de comprar acciones a los socios de CLAS para garantizar el carácter asturiano de la compañía y participar en la gestión de la Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), "nunca ha formulado una propuesta concreta de pacto de accionistas".
En la actualidad, CLAS es el principal accionista de Capsa, con una participación del 56%, mientras que un 27% del capital se encuentra en manos de la francesa Bongrain, Cajastur controla un 10,9% y Caja Rural, el 5% restante.
En un comunicado, Velasco defendió que quien desee comprar o desarrollar cualquier tipo de actuación debe detallar su propuesta. "En caso contrario, que no trate de interferir en los procesos internos de otras sociedades, porque al final esas malas prácticas no contribuyen en nada a los fines que, en teoría, todos deberíamos proseguir, la consolidación y apuesta de futuro de Capsa", remarcó.
El presidente de CLAS aseguró que, después de que la caja de ahorros manifestara sus intenciones, se entrevistó en dos ocasiones con su presidente, Manuel Menéndez, a quien requirió que formulara su propuesta, una oferta que la firma alimentaria "aún desconoce", pese a que, según asegura, el presidente de Cajastur ha declarado a la prensa que estaba a la espera de la respuesta de CLAS para poner en marcha su proyecto.
"Las reiteradas declaraciones negativas y falsas auspiciadas desde la Presidencia de Cajastur han obligado a CLAS a salir al paso con el fin de que los socios, las instituciones y la opinión pública asturiana conozcan la situación real", agregó Velasco.
Según el directivo, Cajastur manifestó en un encuentro el pasado julio que no podía formular propuesta alguna ante la división en que se encontraba la sociedad, por lo que "una vez más la Presidencia de CLAS se encuentra en la imposibilidad de evaluar y, por tanto, responder ante una propuesta no concretada".
"Nadie en el mundo empresarial sostiene una posible operación comercial que no descanse en información precisa, datos y plazos. Lo demás son meras declaraciones de intenciones inconcretas", recalcó el empresario, antes de incidir en que "la perversión del lenguaje y la difusión reiterada de falsedades no constituyen una receta válida para los socios que comparten la responsabilidad de una buena gestión y una adecuada política empresarial".
Según publica en su edición de hoy El Economista, el problema entre ambas entidades se remonta al pasado mes de mayo, cuando Asturiana anunció que planeaba proponer una fusión a Leche Pascual, tras lo que Cajastur se propuso elevar su participación en la empresa para garantizar su "asturianeidad".
