LISBOA, 18 Nov. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, insinuó hoy en Lisboa que no ve con buenos ojos la entrada de la rusa Gazprom en la Península Ibérica, y defendió que España y Portugal deberían profundizar sus relaciones con los países abastecedores de energía en África, especialmente los de la zona del Mediterráneo, para garantizar la seguridad del abastecimiento energético.
En el Forum Ibérico de Energía, Miranda se mostró convencido de que "España y Portugal pueden tener un papel importante para conseguir con África un abastecimiento seguro y eficiente para Europa".
En su opinión, para que la gasista rusa Gazprom esté presente en la Península Ibérica "tiene que haber equilibrio y reciprocidad. No puede ocurrir que alguien pueda estar en un mercado y no ocurra lo contrario", afirmó el máximo ejecutivo de Endesa en la conferencia organizada por las patronales eléctricas de los dos países ibéricos.
Miranda defendió que "Europa tiene que reducir la dependencia energética y la vulnerabilidad de la seguridad, para evitar una crisis y un choque en el abastecimiento" ya que "tenemos el hábito de pensar en el Este de Europa y sobretodo en Rusia, que es importante, pero no podemos olvidar los países a los que ya estamos vinculados".
Para ello, dijo, "es necesario reforzar el mix energético". Portugal y España tienen que "seguir apostando por las renovables y a partir de ahora en las tecnologías de 'secuestro de carbono'. En el caso español, tienen que contar con la nuclear", argumentó Miranda.
El consejero delegado de Endesa considera que también es necesario "mejorar las relaciones externas", y en ese contexto "la conexión histórica de Portugal y España, que ya tienen acuerdos de abastecimiento y de negocio con países como Argelia, Nigeria o Angola, entre otros, pueden ser una herramienta muy importante en la aproximación a África".
Respecto al Mibel (Mercado Ibérico de la electricidad), Miranda consideró que en términos legales, Portugal y España, están muy alineados desde el punto de vista formal con las políticas comunitarias, aunque reconoció que "todavía hay muchas lagunas por resolver si queremos crear un mercado único de energía en Europa".
En su opinión, para que el Mibel funcione "es necesario desarrollar infraestructuras y reforzar la capacidad de interconexión, para que los dos países puedan sacar beneficio de las sinergias".
