Cerrarse a nuevas contrataciones y 'endeudamiento cero', recetas del grupo ante la actual coyuntura
MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
FCC asume que no podrá cumplirá el objetivo de inversión de 4.100 millones de euros establecido en su actual plan estratégico en el plazo de ejecución fijado para 2010 por el contexto de crisis internacional.
"Lo que teníamos pensado realizar en tres años quizá lo tengamos que hacer ahora en cuatro o más, dada la actual coyuntura", indicó hoy el presidente del grupo, Baldomero Falcones, sobre el denominado 'Plan 10' 2009-2010, que ya fue calificado de "austero" cuando se presentó a comienzos del pasado año.
La compañía de construcción y servicios controlada por Esther Koplowitz ejecutó inversiones de 1.287 millones de euros en 2008 y prevé otros 1.000 millones para 2009, lo que llevaría a invertir 2.000 millones en 2010 para cumplir el objetivo estratégico, importe difícil de ejecutar en el actual contexto.
Además, el grupo ha impuesto una política de 'endeudamiento cero', por la que buscará financiar con recursos propios sus inversiones, que además serán selectivas y centradas en negocios estratégicos, como la energía renovable.
Respecto a los objetivos del plan en cuanto a resultados económicos, por el momento ha rebajado las previsiones de 2009, de forma que confía en mantener estable el beneficio registrado en 2008 (337 millones de euros, un 54,3% menos), y elevar alrededor del 3% y el 4% los ingresos y el Ebitda, respectivamente.
En la misma línea de contención y austeridad se enmarca la decisión de la compañía de intensificar su plan de ahorro de costes para alcanzar los 200 millones de euros anuales, frente a los 100 millones inicialmente previstos; de ajustar la plantilla con prejubilaciones y evitando nuevas contrataciones, y de congelar la retribución de la alta dirección, entre otras medidas.
Además, no elevará el 'pay out' (porcentaje del beneficio que se destina a pago de dividendo), pese a la caída del resultado.
ABIERTOS A DESINVERSIONES.
"Las empresas tenemos la obligación de adaptarnos al mercado, es nuestra responsabilidad", indicó Falcones en la presentación de resultados de 2008.
En esta adaptación incluye también la posibilidad de vender activos de servicios no mediambientales o cementeros en caso de llegar ofertas que encajen en cuanto a precio y estrategia, o de ceder la titularidad de algunos activos (como centros de tratamiento de residuos) para mantener su gestión. También emprenderá una política "más conservadora" en los países de Europa del Este.
Por contra el grupo seguirá impulsando su nueva división de energías renovables, con inversiones estimadas en unos 200 millones de euros, mediante el desarrollo de plantas termosolares y de generación de energía a partir de residuos, construyendo plantas fotovoltaicas en cubiertas y fomentando el uso de residuos en fabricación de cemento.
