VALLADOLID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PP en las Cortes de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, recordó que el cierre de la planta de Azucarera Ebro en Peñafiel (Valladolid), que se hará efectivo en la campaña 2009-2010, es una consecuencia de la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar negociada y "apoyada" por el Gobierno.
"Sabíamos que iba a ser perjudicial para esta tierra", manifestó Fernández Carriedo, quien recordó que la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, aseguró en su día que esta reforma iba a ser beneficiosa para los intereses de la Comunidad Autónoma.
"Al final, todo esto va a tener consecuencias muy negativas como se ha demostrado", continuó Fernández Carriedo, para quien hay que hacer todos los esfuerzos para que Castilla y León no pierda producción de remolacha y mantenga el mayor cultivo posible. En este sentido, abogó por que no se produzca un incremento de los precios en la remolacha.
Carriedo recordó que el Grupo Parlamentario Popular presentó una proposición no de ley en el Pleno de las Cortes del pasado 23 de octubre, que contó con la abstención del PSOE, para instar a la Junta a desarrollar e implantar un programa para mejorar la competitividad del sector remolachero con medidas de reducción de costes en las explotaciones.
Esta proposición también incluía que la Junta destinara a lo largo de esta legislatura un total de 50 millones de euros y que reclamase al Gobierno central otros 50 millones "como mínimo" para la reindustrialización de zonas afectadas por la reestructuración de fábricas azucareras en Castilla y León.
Del mismo modo, y como defendió el procurador popular Óscar Reguera, la Junta requerirá al Gobierno un "firme" compromiso de mantener la producción y transformación del sector de la remolacha en la región con el fin de mantener la actual producción remolachera, evitar el cierre de las plantas molturadoras existentes y que Castilla y León sea líder de la transformación de la remolacha.
