MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Uni Juegos, rama del sindicato internacional UNI Global Union, ha respaldado las denuncias presentadas por los sindicatos UGT y CC.OO. contra los fondos que adquirieron la cartera de deuda de Codere por posibles actividades ilícitas.
En un comunicado, el sindicato considera "inadmisible que una empresa viable, y con más de 30 años de vida, esté sumergida y asfixiada por este tipo de operadores financieros que sólo buscan despojar de forma ilícita los recursos del grupo, con la consiguiente pérdida de puestos".
De esta manera, la federación sindical Argentina, donde Codere cuenta con unos 5.000 empleados en el sector del juego, toma posición a favor de la compañía en el pulso entre los máximos accionistas del grupo, la familia Martínez Sampedro, que controla más del 63% del capital, y los fondos.
En las últimas semanas, tanto la compañía como sus acreedores se han intercambiado acusaciones. Así, mientras que el consejo de Codere denunció la ilegalidad de la oferta de los bonistas, los fondos acusaron a la familia Martínez Sampedro de no obrar "de buena fe" al rechazar la oferta que presentaron para refinanciar la deuda de la compañía.
A través del titular del sindicato en Argentina, Daniel Amoroso, UNI Juegos subraya que "en forma reiterada se han puesto en peligro los derechos de los trabajadores por parte de los denominados fondos 'buitres' que han comprado la deuda bancaria de la empresa y luego a través de posibles maniobras fraudulentas y con cláusulas leoninas llevaron a Codere a una situación límite".
DENUNCIA.
A finales del pasado mes de enero, la Federación Estatal de Comercio, Hostelería-Turismo y Juego de la Unión General de Trabajadores (UGT) formalizó ante el Ministerio Fiscal una denuncia, a la que posteriormente se unió CC.OO., contra 'fondos buitres' y entidades financieras que adquirieron la cartera de deuda de Codere por malas prácticas en esta operación.
En concreto, la denuncia se presentó contra los fondos de inversión Canyon Capital Finance, GSO-Special Situations Fund y su matriz Blackstone, así como contra las entidades financieras Credit Suisse, BBVA, Barclays Capital y Houston Casuality Company.
En su denuncia, el sindicato señalaba que algunos de estos fondos que compraron la deuda senior "suscribieron también (no sabemos si incluso con anterioridad a la compra de la deuda senior) unos seguros para cubrir cualquier incumplimiento de Codere (los llamados CDS o credit default swaps), tras lo cual, habrían forzado un incumplimiento 'artificial' con la intención de cobrar dichos seguros", por lo que técnicamente "provocaron un 'impago artificial para activar los CDS".
El grupo de juego privado agotó el pasado 6 de febrero el plazo que tenía para la extensión de su crédito senior sin haber podido alcanzar un acuerdo con al menos la mitad de sus bonistas, condición que era necesaria para que la ejecución de la prórroga.
En su oferta a la compañía, los bonistas, que poseen la mayor parte de dos emisiones de 760 millones de euros y 300 millones de dólares del grupo, ofrecían una inyección de capital a cambio de pasar a poseer una participación mayoritaria en el capital del grupo de juego privado.
