MADRID, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
SOS Cuétara ha cerrado la compra del negocio arrocero de Sara Lee en Holanda por importe de 52 millones de euros, tras recibir la opinión favorable del comité de empresa de la multinacional estadounidense, informó hoy la compañía alimentaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Esta adquisición de negocio arrocero comprende la marca líder del mercado holandés 'Lassie', entre otras, así como una fábrica, maquinaria y la asunción de determinados contratos de clientes, proveedores y stocks.
La operación se ha realizado a través de las participadas al 100% por el Grupo SOS, Koipe Corporación y Carbonell Nederland, que han adquirido las marcas y activos a Dowe Egberts Van Nelle Participations, que es el grupo Sara Lee en Holanda.
Para financiar esta adquisición, que supone un fondo de comercio estimado de 26 millones, con independencia de posteriores asignaciones de activos, SOS Cuétara recurrirá al préstamo sindicado suscrito el pasado mes de diciembre por importe de 200 millones de euros.
Con esta adquisición, la empresa alimentaria prevé reforzar su posición en el mercado de arroces en Europa, "con una marca líder y con importantes sinergias comerciales y de aprovisionamiento", que servirán de plataforma para los mercados del Norte del continente.
El negocio arrocero de Sara Lee en Holanda se realiza a través de la marca Lassie, que cuenta con el 45% de cuota de mercado, y la facturación de esta linea de negocio se elevó a 25,2 millones de euros en el ejercicio 2005 cerrado en junio, según los datos que maneja la compañía española.
Dentro del mercado holandés, esta adquisición "es el complemento perfecto" para dos de las otras líneas de productos de SOS Cuétara, el aceite de oliva y las aceitunas, añadió la empresa presidida por Jesús Salazar.
Concretamente, la incorporación de la marca Lassie permite seguir consolidando al Grupo SOS como el líder fabricante de productos incluidos el la denominada 'dieta mediterránea' después de haber firmado el contrato para la compra de la compañía aceitera italiana Carapelli Firenze, concluyó.
