El BES se plantea como objetivo ser el primer banco portugués de las empresas españolas con relaciones comerciales en el país luso
SEVILLA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la comisión ejecutiva del Banco Espírito Santo (BES), Ricardo Salgado Espírito Santo, manifestó hoy el "gran interés" de la entidad portuguesa en hacerse con el Banco Urquijo, y aunque eludió cifrar la cuantía de su oferta, subrayó que está formulada en "términos razonables; no podemos hacer locuras".
El BES presentó el pasado 24 de marzo una oferta de compra no vinculante al grupo belga KBC, que ya en enero anunció que estaba interesado en vender el banco español, por el que también puja, entre otras entidades, el Banco Sabadell.
Salgado, que intervino en Sevilla en el Foro Joly Andalucía, subrayó que el banco luso tiene que "hacer un esfuerzo" para su desarrollo en España, puesto que "no hay otra forma" de lograr una mayor dimensión que a través de adquisiciones de otras entidades financieras.
Así, apuntó que el BES analiza las "oportunidades" que se le presentan, como hizo con la gestora del Banco Simeon, y, en este sentido, remarcó que cuando surgió la oportunidad del Banco Urquijo estuvo "dispuesto a estudiar" la situación y "hacer una oferta".
La entidad española presenta, en su opinión, "oportunidades financieras interesantes", puesto que tiene una marca "muy prestigiosa y muy conocida en el sistema bancario internacional".
Tras afirmar que fijará su oferta "en términos razonables", el presidente del banco portugués indicó que en España "no ha habido oportunidades de transacciones bancarias", ya que procesos de venta como el del Banco Zaragozano, "fueron muy caros".
EXPANSION INTERNACIONAL
Salgado, que repasó la situación económica de la Península Ibérica, las relaciones comerciales entre España y Portugal y la historia de la organización que preside, explicó que la actividad bancaria internacional del BES, que representa el 31 por ciento de sus resultados consolidados, tiene un "especial enfoque" en España (que aportó el pasado ejercicio 9,9 millones de euros a sus beneficios consolidados), Brasil y Angola.
El grupo Espírito Santo cuenta con más de 5.000 clientes en Andalucía, donde se ubican seis de las 25 sucursales que posee en España. Huelva, Sevilla, Córdoba, Granada, Málaga y Marbella son las ciudades andaluzas en las que está presente la entidad lusa, que gestiona un negocio de unos 490 millones de euros.
Se trata, admitió, de una "red pequeña, pero el desarrollo en España es muy competitivo, difícil y no se puede hacer a la aventura". "La cobertura es pequeña, pero significativa en todo el territorio ibérico", agregó.
El presidente del BES, que destacó que "la integración creciente de la economía ibérica es visible en los flujos de inversión", precisó que la Inversión Extranjera Directa (IED) portuguesa se efectuó principalmente en el Noroeste de España e indicó que "en Andalucía las inversiones son muy vagas, pero tiene un potencial de desarrollo muy grande".
Según apuntó, los objetivos de su grupo en la comunidad andaluza se centran en "prestar servicios competitivos y de calidad, con la mejor relación calidad-precio en los servicios a particulares y empresas". Además, consideró "fundamental que el AVE llegue a Lisboa rápidamente para la integración" de ambos países.
PRIMER BANCO PARA EMPRESAS
El BES, la tercera mayor institución financiera en Portugal en activos netos (50.300 millones de euros), cuenta con un 18 por ciento de cuota de mercado en las principales áreas de negocio en su país. Salgado destacó el crecimiento del área de Banca de Empresas en España, donde abrirá centros de empresas en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Vigo, con el objetivo de ser el primer banco portugués de las empresas españolas que tienen relaciones comerciales con Portugal y de las compañías lusas en España.
Por otra parte, preguntado sobre si cree que Europa debe tener "campeones nacionales de la energía o campeones europeos", sostuvo que ante la "preocupación por el abastecimiento" energético de Europa, "es importante defender los intereses europeos" para garantizar el suministro energético a todos los países. "Las políticas tienen que ser implementadas por un organismo superior y no desde el punto de vista de cada país", agregó.
