Los trabajadores confían en que la Xunta encuentre algún proyecto de reindustrialización para evitar el cierre
VIGO, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del comité de empresa de Draka Cables, Alberto Míllara, criticó que la multinacional haya ofrecido hoy "indemnizar" a los trabajadores, con motivo del cierre de la planta de Mos (Pontevedra), "sin tener en cuenta jubilaciones ni prejubilaciones".
Representantes de los trabajadores y de la empresa se reunieron hoy en Vigo, donde la firma realizó un planteamiento con el objetivo de cerrar el 30 de septiembre indemnizando a la plantilla, compuesta por 100 operarios con contratos indefinidos.
Míllara tachó la oferta de "insulto" y aseguró que "la empresa empieza mal a negociar si no tiene en cuenta que los trabajadores mayores de 50 años son parados en potencia", debido a su difícil inserción laboral, por lo que reclamó que se incluyan jubilaciones y prejubilaciones.
En todo caso, el presidente del comité de empresa aseguró mantenerse a la espera de que la Xunta encuentre interesados para llevar a cabo un proyecto de reindustrialización para la planta, dedicada a la fabricación de cables para automoción, con el objetivo de salvaguardar los puestos de trabajo. "En caso de que nos presenten algo lo apoyaremos", aseguró, en este sentido.
Míllara explicó que los representantes de la plantilla mantuvieron ayer una reunión con cargos de la Consellería de Industria, quienes, según explicó, "aseguraron que se unirán en sus esfuerzos con Traballo y el Igape para intentar buscar una solución" que evite que desaparezca la actividad en las instalaciones de Mos.
Así, afirmó que los trabajadores permanecerán a la espera de ser llamados por la Administración sobre algún proyecto empresarial y, de aparecer alguno, advirtió de que "se pararán" las negociaciones sobre indemnizaciones sobre el cierre de la empresa. De todas formas, se mostró consciente de la posibilidad de que, de encontrar alguna alternativa, no sea factible incluir en ella a todos los trabajadores.
CIERRE.
Draka anunció el pasado mes de abril el cierre de sus instalaciones para final de este año, por lo que ofreció inicialmente a los trabajadores una propuesta de recolocación por seis meses, que fue rechazada por la plantilla. Posteriormente planteó un proyecto de reindustrialización con las empresas Narwhal y Colyaer, que se retiró posteriormente. Hoy propuso indemnizar a la plantilla y cerrar las instalaciones el 30 de septiembre.
Los trabajadores sospechan que el objetivo de Draka es deslocalizar la producción al norte de África, en Túnez o Marruecos, o que incluso podría llevarse a México, donde años atrás se llevó parte de la maquinaria de la nave de Mos.
