MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
British American Tobacco (BAT) y Japan Tobacco International (JTI) subirán mañana, previsiblemente, los precios de sus principales marcas de cigarrillos entre 35 y 45 céntimos, secundando así la estrategia comercial emprendida por sus competidores Philip Morris y Altadis para afrontar el último incremento fiscal acordado por el Gobierno.
Concretamente, BAT subirá en 45 céntimos el precio de la cajetilla de 'Pall Mall', que se situará en 1,75 euros, mientras que el precio de 'Golden American' pasará de 1,50 a 1,85 euros, según los precios que publicará mañana el Boletín Oficial del Estado (BOE). No obstante, BAT mantendrá el precio de 'Lucky Strike' en 1,85 euros.
En la misma senda, JTI incrementará en 40 céntimos el precio de la cajetilla de Camel, que se comercializará desde mañana a 2,40 euros, y aumentará en 35 céntimos el precio de 'Winston' que pasa a 2,20, y en igual cuantía han subido 'Gold Coast' y 'Vantage', que se sitúan en 2 euros.
Estos movimientos comerciales siguen la estela de la multinacional estadounidense Philip Morris, que ha sido la primera en repercutir el alza fiscal en sus precios, con un incremento de 40 céntimos en su marca emblemática 'Marlboro', hasta 2,75 euros. De igual forma, Altadis ha subido 'Fortuna' y 'Nobel' de 1,85 a 2,20 euros.
Expertos consultados por Europa Press coinciden en resaltar que el escenario más probable a corto plazo en el mercado de tabaco contempla una subida "significativa" del precio de las principales marcas de cigarrillos para amortiguar los efectos de la previsible disminución de las ventas.
Estas últimas subidas de precio confirman un cambio de signo de la política comercial de las tabaqueras, que optan por subir el precio de sus marcas ante el alza fiscal, en vez de reducirlos para afrontar los efectos de la Ley Antitabaco.
Tras el anterior alza tributaria aprobada el pasado 20 de enero, tanto Philip Morris, como Altadis, BAT y JTI optaron por bajar los precios de sus principales marcas de cigarrillos, desatando una guerra comercial en el sector que parecen haber puesto fin tras el endurecimiento fiscal del Gobierno.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes una nueva subida de impuestos al tabaco con la que pretende avanzar en su lucha contra el tabaquismo y atajar la guerra de precios que libran las multinacionales del sector en reacción a la Ley Antitabaco.
Concretamente, incrementó en 1,05 puntos porcentuales el tipo 'ad valorem', que pasa del 55,95% al 57%, y sube dos euros el tipo específico, de 6,20 a 8,20 euros por cada mil cigarrillos.
Asimismo, fijó un mínimo de imposición de 55 euros por cada mil cigarrillos, que se aplicará cuando la suma del impuesto específico y el "ad valorem" sea inferior a esa cifra, con el fin de que las marcas baratas suban el precio de sus cajetillas, objetivo que no se ha conseguido con los anteriores incrementos de fiscalidad.
Según el Gobierno, este nivel mínimo de imposición permite asegurar que todos los cigarrillos existentes en el mercado soportarán una tributación por impuestos especiales de, al menos, 1,10 euros por cajetilla.
