ADDA critica que los ganaderos "se aprovechan" de las ayudas de la Unión Europea
BARCELONA, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Asociación en Defensa de los Derechos del Animal (ADDA) critica que el negocio de los toros de lidia está "repleto de irregularidades" e incumple con la legislación vigente relacionada con el transporte de dichos animales.
Según una publicación de la entidad, los ganaderos de los toros de lidia "incumplen totalmente" la ley 32/2007 para el cuidado de los animales en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio --vigente desde 2007--, que regulariza las condiciones para el transporte de animales destinados al consumo humano.
La entidad sostiene que los ganaderos "ignoran" la ley porque la forma de transportarlos "encajonados" no respetaría la regulación de las características del camión, la duración del trayecto y las horas de de descanso de los animales.
Según dicha entidad, los animales viajan en un "escaso espacio" con "falta de pienso, agua y calor sofocante". Por ello, ADDA exigió a las autoridades encargadas de los controles de carretera que "deberían comprobar que el transporte de animales cumpla con la ley".
Asimismo, la entidad solicitó al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y a los departamentos catalán y vasco con competencias en tráfico el cumplimiento de dichas condiciones porque los ganaderos de los toros de lidia "hacen y disponen a sus anchas".
AYUDA EUROPEA A LA CARNE DE TORO
La asociación subrayó que los ganaderos "se aprovechan" de las ayudas de la Unión Europea que España recibe en concepto de "compensación de la bajada de intervención de la carne del vacuno" contra las que ADDA ya presentó una proposición escrita.
El sector del vacuno recibe dichas ayudas al sector vacuno de carne y al subsector de ganado vacuno de lidia, ya que la carne de los toros muertos en ruedo tendría un "fin comercial", y por ello, se podría introducir en las subvenciones europeas de carne destinada al consumo humano.
Por otro lado, la entidad constató que la finalidad de los ganaderos es lograr "debilitar" el toro a fin de que resulte "lo menos peligroso matarlos", ya que las heridas serían "fatales" para el "cumplimiento de los contratos programados para la temporada".
